Esta noche lo que hay en el cielo no es una luna, no. Es una superluna. Resulta que está lo más cerca que puede estar de nosotros y la vemos más grande y más luminosa.
Estas fotos son, para mí, una terapia a distancia. Exactamente a 361.836 km de distancia de la luna… Ni siquiera puedo comprender esa distancia en kilómetros… ¿361.836? Si busco la ciudad más alejada de Barcelona en el planeta Tierra, me tendría que ir a Auckland, Nueva Zelanda. (19.200 km) Por carretera: 275 horas. En avión: 24 horas. Tendría que ir a Auckland casi 19 veces…
Claro que no puedo hacer la equivalencia para entender lo lejísimos que está la luna, porque iría en cohete y uno de esos trastos, puede llegar a alcanzar los 58.000 km/hora. Y aquí lo dejo porque mi cerebro sólo es capaz de registrar la velocidad que permiten los radares de carretera. No llego a los 58.000…
Lo que sí sé es que siempre la veo bonita. Y también que me pone en mi sitio porque me recuerda que la magnitud de mi pequeñez es enorme…