La intarsia prospectiva italiana del Renacimiento tiene en el Museo del Louvre una digna representación: El panel de la música y astronomía del monje olivetano Vincenzo dalle Vacche de Verona.
Dalle Vacche aprendió el arte de la taracea con su paisano y cofrade Fra Giovanni da Verona al que ayudó en sus trabajos.
La puerta ilusionista de París proviene de la Iglesia de San Benedetto Nuovo de Padua.
La parte inferior está dedicada a los instrumentos musicales y la superior a la astronomía y astrología, materias casi inseparables en la época.
Como instrumentos astronómicos se distinguen un cuadrante y una esfera armilar. La sombra de la esfera es muestra destacada del gran virtuosismo alcanzado y su dominio de la perspectiva.
El libro abierto muestra un horóscopo, arte que como decía nuestro Diego de Torres Villarroel daba de comer a los matemáticos aunque no creyeran en ellos.
El arte de la taracea nos sigue brindando bellísimos ejemplos de cómo se funden la matemática y el arte.