Era la luz húmeda y gris
en la tarde machadiana
testigo mudo de soledades
reposando en los enveses de hojas secas;
bajo un hálito de silencio
el agua fría de los charcos
dormía el sueño de gorriones muertos
al son de una música nebulosa
que riega la tierra triste
ahogada en el gris
de la tarde machadiana.