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Muchas veces, ante algunas situaciones delicadas de nuestra vida, es fácil buscar la coartada en la culpabilidad ajena, intentar simular el desconocimiento o evitar una situación! Pero, ni qué decir tiene que no es siempre fácil engañarse a uno mismo ante la evidencia de la realidad! Como suelo afirmar, la realidad se impone y no deja tregua para escapar a ella, más tarde o más temprano reaparecerá! De ahí el valor del tiempo, a la hora de juzgar lo bueno o lo malo en nuestra vida! En cambio, si uno mira de cara la realidad -por dolorosa que ésta sea-, le será relativamente fácil aceptarla y, a partir de ella, hallar la esperanza necesaria para cambiarla o, en su caso, mejorarla! Si solo renuncia a ella, la realidad se manifestará, se enquistará su efecto… y éste hasta crecerá, ya sea miedo o tristeza!
Tener esperanza no es más que creer que uno mismo y la propia vida nos llevarán a la armonía necesaria con la realidad! A fin de cuentas, como he dicho antes, tras la realidad y la plena conciencia de ella está la verdadera felicidad! Es verdad que tal vez la realidad no nos traiga todo aquello que anhelamos y planeamos para nuestra vida, pero aceptar la realidad tal como llega nos ayudará a encontrar la serenidad necesaria para vivir y lograr lo que uno desea para su vida! La renuncia a parte de la realidad, en cambio, producirá conflicto en nuestra vida, lo que imposibilitará la armonía y la paz que necesitamos para ser, sentir y vivir la vida feliz y plenamente!
Lo que es un hecho irrebatible es que no es más importante la realidad que nuestra percepción de ella! Las circunstancias de las realidad no son buenas o malas, sino cómo las percibimos y en qué momento vital lo hacemos! La realidad es la realidad, aunque muchas veces valoramos solo nuestra realidad, esa que aceptamos y que muchas veces es sesgada según lo que queremos ver! Pero, aún así, debemos aprender a aceptar la vida en toda su amplitud, pues siempre podemos modular el efecto que ésta tiene en nosotros y en nuestra vida!
¿Elijes ser pesimista u optimista? Quizás la única diferencia sea que el pesimista basa su percepción solo en el pasado vivido o en lo que duda que vaya a vivir en el futuro, mientras el optimista, en cambio, se basa en la confianza que tiene en la vida, en que todo tiene su propio sentido y en lo positivo que es capaz de sentir y vivir en el hoy de su ya completa realidad!
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