Muchos han intentado encontrarle una explicación, desde la psicología hasta el diseño. Pese a que esto no ha sido tan fácil, el fenómeno está más presente que nunca.
“Nosotros lo vimos venir”. Con esas palabras la vicepresidenta del Instituto Pantone del Color se da los créditos por la tendencia que se tomó las redes sociales este año, pero que fue prevista por la entidad en 2013.
Todo comenzó como algo completamente estético, aplicado en el cabello, ya sea con mechas californianas, sombreados y distintos tratamientos para enriquecer las tonalidades, dando origen al llamado “ombré” o degradado de color.
Este patrón, con el paso del tiempo, dio su salto al mundo tecnológico, siendo parte del diseño de múltiples aplicaciones como Instagram, Boomerang, Layout, Spotify y otras exclusivas para el sistema iOS10; consigna Actualidad RT.
La respuesta de este fenómeno es incierta. Algunos señalan que se debe al carácter cíclico de las modas. “Sospecho que tiene que ver con la nostalgia por los años 70 y 80. El degradado de color se parece a los videojuegos y a los gráficas de aquella época”, afirma el diseñador gráfico Hamish Smyth.
La ciencia, por su parte, ha tratado de dar su explicación, basándose en el principio de que “las cosas suaves se perciben como seguras”, tal es el caso de los colores degradados, y por lo mismo “hay numerosos estudios que muestran que a la gente le gustan las cosas que son fáciles de procesar”, detalló el psicólogo de la Universidad de California, Stepehn Palmer.
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