Revista Cultura y Ocio
Hasta no hace muchos, y aunque en diga el siglo pasado y parezca de una lejanía obvia, no fue hasta la última década que se cambió el criterio de inteligencia única y sus infalibles CI (coeficiente de inteligencia) como algo inmutable y no por muchos considerados innato. Uno era inteligente porque lo era. Otros decían que influía el ambiente. Otros... Después surgió el concepto de inteligencia múltiples. Revolucionario. Después el de inteligencia emocional como catalizador de inteligencias múltiples (es un resumen que no hace justicia a la importancia de todos esos cambios de conceptos). Pero incluso así, avanzando hacia la resolución de la interpretación y definición de inteligencia, hay aspectos que se escapan al catalogar conceptos como talento, ingenio, intuición, premonición, visión de futuro, entre otros, a los que se les está encontrando una relación con la inteligencia, pero que al mismo tiempo no encajan del todo en la propia definición de inteligencias múltiples. Algunos les llaman microinteligencias (aunque yo las llamo inteligencias independientes) sin que la palabra micro tenga esa connotación de desprecio subordinado, sino que hace mención a actuaciones independientes de conexiones neuronales al margen de las macroconexiones neuronales sobre las que la definición de inteligencia suelen fijar sus criterios de definición (aunque la connotación +despreciativo del término "micro" confunde la importancia del concepto en la realidad). No se trata aquí de hacer erudición sobre la cuestión, eso queda para los científicos y los libros de divulgación científica, que tienen una amplia literatura. La razón de todo esto está en la relación de esas inteligencias con la felicidad. Aceptar que esas inteligencias independientes son ya de por sí inteligencias en sí misma lleva a intentar comprender su funcionamiento y desarrollo. La felicidad tiene una base de inteligencia, de todas ellas; y dejar a algunas en el camino porque no encajan en definiciones que pretenden ser generalistas (no existen las definiciones generales nada más como guía o protocolo de estudio, pues se basan en convenciones humanas temporales. No se definen igual lo inconsciente ahora que hace dos siglos, por ejemplo) es desperdiciar argumentos para intentar ser felices.