Revista Política
La teoría del todo es una de las mejores y más emocionantes películas que he visto últimamente. Está inspirada en el libro de memorias de Jane, primera esposa del célebre físico Stephen Hawking. Empieza en 1963, cuando Hawking está preparando su tesis de doctorado en la universidad de Cambridge y conoce a Jane Wilde, una joven en principio muy diferente a él (ella, anglicana, él, ateo; ella, estudiante de una carrera de letras, él, de una de ciencias), pero se enamoran. Entonces a Stephen le diagnostican una terrible enfermedad degenerativa. El film está dirigido por James Marsh y protagonizado por Eddie Redmayne, que interpreta a Hawking (es extraordinario este muchacho, lo volveré a ver pronto en El destino de Júpiter y lo estoy deseando), por Felicity Jones, que interpreta a Jane, Charlie Cox como Jonathan Hellyer Jones, y Maxine Peake como Elaine Mason.
Hay sensibilidad e inteligencia en las imágenes y escenas (muy bueno el trabajo del director de fotografía), y extraordinarias actuaciones, sobre todo de los dos jóvenes actores que encabezan el reparto. Si les viera sosteniendo sendas estatuillas doradas tras la próxima ceremonia de los Oscar no me extrañaría nada. Aunque la película se centra en la historia de amor entre Jane y Hawking y en la lucha personal de éste por superar sus limitaciones, también tiene un gran interés para los interesados en la ciencia.