
La teoría del todo abarca también el entramado romántico de nuestra figura central. Y allí es donde interviene Felicity Jones en el rol de esposa, redondeando una enorme actuación que se complementa y deja entrever la buena química que la une al personaje de Redmayne. Ese es otro de los factores por el que el film convence y se percibe con mayor fuerza. Todo suena más contundente por la eficacia y por los dotes actorales de quienes conforman el dúo principal de la narración.Una música delicada coopera y refuerza el matiz que lleva casi constantemente la cinta. Las imágenes y las secuencias que el público puede apreciar son prácticamente lacrimógenas y mantienen al observador con un nudo en la garganta que en muchas ocasiones se pone más rígido y difícil de bajar. Marshconsigue involucrarnos en lo que nos cuenta incluso con una naturalidad propia de los grandes narradores. Película que saca provecho de su carácter emotivo y de sus interpretaciones y que, más allá de conmover a escalas elevadas, no termina de generar (probablemente por ese sentimentalismo) verdaderas ganas de volver a verla.LO MEJOR:las actuaciones de Redmayne y Jones. Emotiva, profunda.LO PEOR:algunos leves pasajes tal vez algo pesados. No invita a verla de nuevo.
PUNTAJE:7
