Un estudio desarrollado por investigadores australianos y presentado en la reunión anual de la Sociedad de Endocrinología en Boston, Estados Unidos, encontró que la edad por sí sola no provoca un descenso en los niveles de la testosterona, sino que esto se relaciona con un estado de salud general en declive. La cantidad de testosterona en la sangre no se reduce en quienes tienen una salud óptima, lo que contradice investigaciones anteriores que indicaban que la deficiencia de testosterona relacionada con la edad contribuía a : - Reducir el impulso y el deseo sexual - Disfunción eréctil - Reducción en el tamaño de los testículos - Agrandamiento de las glándulas mamarias - Pérdida del vello del cuerpo - Disminución de la fuerza física - Mayor acumulación de grasa (en especial en el área de la cintura) - Elevación del colesterol – Osteoporosis - Alteraciones en el estado anímico y problemas de concentración, memoria u otras funciones cognitivas. Algunos de estos síntomas no son provocados por un nivel de testosterona bajo, sino al revés es decir otros problemas de salud asociados con la edad harían que el nivel de esta hormona bajen. Muchos de los tratamientos actuales se basan en tomar suplementos de testosterona pero si ésta no es la que está causando el problema, entonces hay que cambiar los tratamientos para resolver los otros problemas que llegan con el pasar de los años. Tomar testosterona sin supervisión médica puede tener efectos no deseados como crecimiento de la próstata, agrandamiento de los pechos, aparición de acné y apnea del sueño.