La tía Julia y el escribidor
Mario Vargas Llosa
Editorial Alfaguara
466 páginas
Género: humor, autobiográfico, costumbrista.
Argumento
El joven de dieciocho años Mario Vargas trabaja en una radio peruana, cuyos jefes han traído desde Bolivia al más exitoso escritor de radioteatros, Pedro Camacho, un individuo excéntrico que aparte de escribir sus libretos, también los interpreta. Al tiempo, Marito se enamora de la tía Julia, una pariente política suya, divorciada y de treinta años. Ese amor prohibido desafía a la amplia familia del aspirante a escritor que inicia toda una odisea para poder consumarlo...
Comentario
Un libro muy curioso donde se van intercalando capítulos correspondientes a la historia de Mario y Julia con las historias de los radioteatros de Pedro Camacho. El tono de los libretos radiofónicos es el de Pedro Camacho, ampuloso, redicho y truculento; mientras que el de la historia principal es más ágil y natural. Es un gran mérito del autor, dotar de diferentes voces narrativas a estas dos partes.
También está muy bien expresada la dicotomía entre la alta literatura y la literatura de consumo, representada por los dos personajes, Mario, que admira a los grandes autores y quiere ser un escritor serio y vivir en una buhardilla en París, y Pedro Camacho, que incluso revela cierta ignorancia libresca, pero que vive totalmente para escribir, como un esclavo, horas y horas. Se muestra la admiración del aspirante a escritor por el "escribidor", pese a considerar inferior esa rama folletinesca de la literatura.
El humor salpica todo el libro, pero sobre todo la parte de los radioteatros, marcados por los tópicos del género, con sus truculencias y desgracias, los galanes de cincuenta años "en la flor de la vida", sus existencias al límite, los incestos, los amores contrariados e imposibles, la religión, los insultos a los argentinos... ; y que al final del libro, en paralelo con la propia degradación mental de Pedro Camacho, se vuelven surrealistas y tremendistas, rayando el absurdo y el ridículo, al mezclar personajes de folletines anteriores, o al repetir los nombres con diferentes personajes, formando historias realmente hilarantes y descabelladas. La historia de Julia también es interesante, y creo que casi autobiográfica, y bastante próxima en sus avatares a una radionovela de Pedro Camacho. En ella el autor aprovecha para hablar de la burguesía y las clases altas limeñas de los años cincuenta, y de sus costumbres. La ironía, la gracia y la gracilidad de la prosa nos llevan a través de la historia con facilidad, si bien, es un libro largo que en algunas partes resulta un poco reiterativo. Memorable el excéntrico Pedro Camacho, ídolo de multitudes, prolífico autor que usa disfraces para meterse dentro de sus personajes.
Para mí este libro revela lo que es la literatura: contar una historia interesante con gracia.
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