La tierra cambiante continua la historia del hechicero Dilvish contra su archienemigo Jelerak, la novela esta situada solo unos meses después de los eventos de la primera.
En el Castillo sin tiempo, una de las construcciones de Jelerak, se aposenta un semi-Dios llamado Tuala. Debido a la naturaleza de Tuala, los terrenos aledaños al castillos sufren de alteraciones extrañas y caóticas.
Dilvish llega al castillo para intentar romper las barreras mágicas que impiden el paso, junto a su caballo metálico llamado Black (¡Que guarda en el interior el alma de un ser demoniaco!), Dilvish salva de la muerte a un hechicero llamado Wealand.
Después de muchas aventuras y peripecias, Dilvish encuentra a su archienemigo dentro del castillo y el destino de los dos se completa.
Roger Zelazny fue un escritor de ciencia ficción y fantasía con muchos altibajos, tiene grandes obras tales como Los nueve príncipes de Ambar, Tu, el inmortal, El señor de la luz y otros mas.
Lo que me molesta de Dilvish es que siento que tiene mucho parecido con Elric de Melnibone, protagonista de diversas novelas del escritor británico Michael Moorcock. Si no en su trama, al menos en la personalidad del personaje.
¿Quien le debe dar una oportunidad a Dilvish? Básicamente, los lectores de fantasía que no busquen una obra rebuscada o una obra maestra del lenguaje, sino acción a raudales, situaciones de vida o muerte que se resuelven de forma risible, como un comic.
Los libros de Dilvish parecen la descripción de una partida de calabozos y dragones, aderezada con el vasto conocimiento del autor de las leyendas germánicas. Vale la pena como pasatiempo ligero.
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