Título: La tierra de las mujeres
Autora: Sandra Barneda
Editorial: Suma de Letras
Género: novela contemporánea
Páginas: 552
Publicación: 15/10/2014
ISBN: 9788483657751
Gala Marlborough viaja con sus dos hijas, Kate y Adele, a un pequeño pueblo del Ampurdán con la única intención de cobrar la herencia de un familiar desconocido y retomar cuanto antes su vida en Nueva York. Ignora que esa decisión activará una perfecta, sutil y acompasada maquinaria dispuesta a desempolvar mentiras enterradas, secretos familiares y a sanar almas entregadas a la amargura del dolor.¡Qué difícil se me hace hablar de un libro cuando no he logrado empatizar con él al cien por cien! Cuando todos sus elementos se te quedan un poco cortos y no resulta ser tal y como esperabas. Esto es lo que me ha ocurrido a mí con La tierra de las mujeres, que se me ha quedado un poco a medio camino de lo que esperaba.
Parto de la base de que la idea de no empatizar con los personajes principales, sobre todo con el de Gala, es algo buscado conscientemente por la autora. De hecho, al más puro estilo del tópico literario "menosprecio de corte y alabanza de aldea", de lo que se trata es de contraponer el mundo de las grandes orbes (en este caso, Nueva York) y de los pequeños pueblos perdidos de la mano de Dios (en este caso, La Muga). Y no sólo se trata de contraponer sus paisajes, sus servicios y sus entretenimientos sino (y por encima de todo) sus gentes. Así que en esta loa de la vida sencilla y este elogio del pueblo frente a la ciudad está claro que los elementos de la segunda iban a salir peor parados. De ahí que las tres americanas recién llegadas a La Muga se nos atraganten al principio (sobre todo dos de ellas. Gala y Kate).
Barneda nos cuenta una historia de cambio, de transformación personal, de vuelta a los orígenes y de perderse para encontrarse a una misma. Y lo hace a través de una madre totalmente insatisfecha con su vida que se embarca con sus dos hijas en una aventura a miles de kilómetros de casa. La herencia es la excusa para volver a los orígenes y conocer lo que nunca se supo y, en este caso, a quien nunca se conoció: la tía Amelia.
Me ha gustado que Barneda ponga el énfasis en esos momentos de la vida en que paramos la inercia del día a día y nos damos cuenta de que llevamos tiempo siendo infelices, dejándonos llevar por esa inercia y sin controlar, por tanto, el timón de nuestra propia existencia. Es un tema recurrente en literatura pero creo que funciona, porque es algo que le pueden pasar a cualquier lector en un momento determinado.
Menos me ha gustado la previsibilidad de algunos elementos de la historia y, sobre todo, ese narrador tan contagiado por los personajes americanos, que llega a resultar igual de snob que ellos. Si no, ¿a qué viene el uso de tantos anglicismos que tiene homólogo en castellano (personal trainer puede traducirse perfectamente por entrenador personal, por ejemplo, o trendy por "a la moda")? Es cierto que muchos de esos anglicismos los utilizamos ya de forma habitual (muffins, sprint, loft, jet lag, gadget, smartphone, hobby o, incluso, el skyline que aparece tres veces en pocas páginas) pero creo que el hecho de aparecer en cursiva y en tanta cantidad hace que destaquen demasiado. La voz narradora parece tomar partido, pues, por el "equipo" americano: deja que hablen por sí mismos (hay muchos diálogos o, al menos alguno de sus parlamentos en inglés) pero también utiliza sus expresiones para hablar de ellos al lector, desde la tercera persona pero empleando su estilo lingüístico. No ocurre lo mismo con el "equipo de La Muga": también aparecen frases en catalán pero su habla nunca llega a contagiar al narrador, aunque sí es verdad que ese modo de hablar snob se va matizando y va reduciéndose a medida que avanzamos en la trama.
El de las conversaciones en inglés me parece un tema peliagudo. Yo no he sentido que entorpezcan demasiado la lectura aunque supongo que todo dependerá de lo habituado que esté el lector a hablar o leer en ingles. Además, son apenas una frase y aparece traducida en pie de página. Pero precisamente por eso me ha parecido poco coherente que, si continuamente está incluyendo frases en inglés, luego transcriba en castellano una larga conversación entre Gala y su madre, Julianne, conversación crucial (para sus vidas y para el argumento) que, por lógica, se habrá producido en inglés, por mucho que las dos estén en España y sepan castellano. Entiendo las razones para no incluir una conversión larga en inglés en la novela pero cuando lo leí, esa decisión le restó credibilidad al momento y a la obra, al menos así fue para mí.
Así que esta novela me ha dejado una sensación agridulce, porque tiene elementos interesantes pero otros superfluos, otros que no me han agradado y otros que, directamente, me sobran (me parece que se explican demasiado las cosas o, al menos, algunas cosas). En cualquier caso, creo que es un libro que puede gustar a mucha gente y tocar el corazón a quienes como Gala y Julianne necesiten dar un giro radical a sus vidas. Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto Genérico: 3(1 familiar)/40
- Reto 25 españoles: 3/25
- Reto Autores de la A la Z: B 3/24