Título: La tierra de nuestros padresAutor: William Nicholson Editorial: Alianza
Traducción: Martine Fernández CastanerAño: 2013ISBN: 978-84-206-7801-6Nº de páginas: 672
SINOPSIS: Lee la sinopsis de este libro pinchando AQUÍ
Cuando vi este libro en el catálogo de novedades de Alianza editorial hubo un dato en su ficha que llamó inmediatamente mi atención e hizo que no me pudiese resistir a leerlo y es que una parte de su trama transcurría en La India. Esto unido a que también se situaba en uno de los periodos sobre los que más me gusta leer, hicieron que en cuanto lo tuve en mis manos, me embarcase en su lectura dándole preferencia sobre otras novelas que estaban pendientes en la estantería.
La tierra de nuestros padres comienza situándonos en la época actual, concretamente en el año 2012 cuando Alice Dickinson viaja a Normandía para visitar por primera vez a su abuela, Pamela Avenell, cuya existencia desconocía hasta hace unos días. La madre de Alice se quedó embarazada con veintitrés años a raíz de una aventura con un hombre que no la quería y, aunque él se ofreció a hacerse cargo de los gastos del aborto, ella decidió tenerla. Es por eso que nunca ha tenido una estrecha relación con su padre y cuando este le confiesa que descienden de una larga línea de errores y que su madre tampoco lo quería, Alice siente la necesidad de descubrir esta historia de matrimonios fracasados para lo que se dispone a conocer a una abuela, Pamela Avenell, que ni siquiera sabe que ella existe. Sin embargo, en lugar de narrarle la lista de errores de los que desciende, Pamela le descubre la única historia de amor verdadera en la familia, protagonizada por su madre Kitty, su padre Ed Avenell y su mejor amigo, Larry.
Y esta historia será la que nosotros descubriremos a lo largo de las páginas de La tierra de nuestros padres, partiendo del año 1942 cuando los tres se conocen en plena guerra en el estado de Connecticut. Kitty, una joven cuyo encanto tiene conquistados a todos los hombres, está destinada como conductora del Auxiliary Territorial Service junto a su amiga Louisa y juntas conocerán una noche a Ed Avenell, un comando de los Royal Marines, quien se enamorará inmediatamente de Kitty. Lo mismo le sucederá a su amigo Larry, oficial de enlace agregado a la Primera División del cuartel general de Operaciones Combinadas del Ejercito canadiense, quien tendrá que mantenerse al margen cuando se de cuenta de que Kitty también está enamorada de Ed, quien además es su mejor amigo.
La pareja se casará al poco tiempo, aunque al estar en periodo de guerra no podrán disfrutar de su matrimonio, siendo Ed y Larry reclamados para unirse a sus unidades y participar en el desembarco de Dieppe, una operación que les marcará para el resto de sus vidas.
La tierra de nuestros padres no será una de las novelas que a finales de año recordaré como una de mis mejores lecturas pero aún así, he disfrutado mucho con su lectura y no dudaría en recomendarla. Como eje central nos encontramos un triángulo amoroso lo que de por si no es muy original pues es un recurso a menudo utilizado y en este sentido no es la primera vez que leo una historia de estas características, me serviría de ejemplo Regreso a Kersey, una novela que leí este verano y que tiene puntos en común con La tierra de nuestros padres. No obstante, esto no ha sido un obstáculo pues el desarrollo de la vida y personalidades de los protagonistas me ha resultado muy interesante y ha sido una novela que me ha tenido absorta en su lectura durante los pocos días que ha durado en mis manos.
La novela comienza con un prólogo que nos sitúa en el 2012, año en el que también se desarrolla el epílogo final, que le sirve al autor para ponernos en antecedentes sobre la historia que va a desarrollar seguidamente, protagonizada por Kitty, Ed y Larry. A continuación nos encontramos con una división en cuatro partes que se corresponderían con los cuatro periodos más diferenciados en las vidas de los protagonistas, siendo estos “Guerra”, “Arte”, “Independencia” y “Un buen hombre”. Cada una de estas etapas está a su vez subdividida en capítulos en los que siguiendo un curso lineal y utilizando un narrador en tercera persona del presente, William Nicholson va contándonos lo sucedido en los años que transcurren entre 1942 y 1950.
Además de novelista, William Nicholson es director cinematográfico y guionista de cine y televisión, obteniendo la nominación al Óscar por los guiones de Gladiator y Tierras de penumbra. Esto se nota mucho en su estilo narrativo y así La tierra de nuestros padres es una novela que está escrita con un lenguaje sencillo, cercano y natural y en la que predominan claramente las partes dialogadas, poseyendo un ritmo ágil y constante, además de resultar muy visual, por lo que desde mi punto de vista sería ideal para una adaptación cinematográfica.
Estamos ante una obra cuyo principal objetivo es explorar las relaciones humanas y así desde el principio el vínculo de la amistad adquiere una gran importancia, reflejando sus lazos y el sentimiento de lealtad que lleva implícito. Igualmente el amor está muy presente en todas las páginas en sus diferentes vertientes y así tenemos el amor inquebrantable que une a dos personas enamoradas, el amor de los padres hacia los hijos, el amor incondicional no correspondido o el amor que une a los amigos.
Aunque el contexto histórico en el que se desarrolla la trama resulta interesante, lo más relevante en La tierra de nuestros padres es conocer a los personajes y observar su evolución a lo largo del tiempo. Nos encontramos con unas figuras bien construidas, dotadas de realismo y profundidad psicológica que nos permiten sentirlos cercanos y comprender las diferentes situaciones por las que atraviesan.
Kitty, Ed y Larry comparten el protagonismo a lo largo de las páginas adquiriendo unos u otros más importancia en función de la etapa en la que se centre la novela. Son tres personas con carisma que se ganan el aprecio del lector desde las primeras páginas, aunque a mí personalmente quien más me ha gustado ha sido Larry y en el caso de Kitty hay algunos aspectos de su personalidad que no comparto. Es necesario seguir su desarrollo a lo largo de la novela para ir descubriendo los diferentes matices de su forma de ser y como van madurando y transformándose en función de los hechos que han tenido que vivir. Así es Ed el personaje que, desde mi punto de vista, resulta más interesante pues en él quedan reflejados los efectos provocados por la guerra y a lo largo de todo el libro veremos el estado en el que se encuentra, sumido en una soledad e infelicidad constante, así como sus intentos de salir de su estado depresivo y luchar contra sus traumas.
Por su parte, Larry también tendrá que hacer frente a las secuelas que la guerra ha dejado en él aunque en este caso nos encontraremos con una reacción diferente a la de Ed. Como os decía, Larry es un personaje que me ha gustado mucho pues desde su primera aparición nos encontramos con un hombre tranquilo, responsable, amable, cálido, sensible, noble y generoso, destacando como un leal amigo que será un gran apoyo para Kitty y Ed. De la misma manera, Kitty será para él confidente y el impulso que necesitará para dejar a un lado sus inseguridades.
Finalmente Kitty es una joven marcada por una belleza y un carácter que resultan irresistibles para todos cuantos la rodean. Nunca perderá esta vitalidad y con el paso del tiempo observaremos su amor inquebrantable por Ed a pesar del cambio operado en él por la guerra, así como su constancia por comprenderle y ayudarle.
En el caso de los secundarios, nos encontramos igualmente con una cuidada construcción y así son varias las figuras que acompañarán a los protagonistas a lo largo del tiempo, ganándose una posición privilegiada y llegando incluso a protagonizar sus propias subtramas. Destacan así entre otros Louisa, una mujer de carácter que se convertirá en la mejor amiga de Kitty; George el dueño de la mansión en la que se alojarán en el periodo de guerra; Nell, una joven un tanto independiente que aparecerá en la vida de Larry al igual que Geraldine, que jugará un importante papel en la vida de este. Todos ellos le sirven al autor para introducir diferentes relaciones personales como la amistad o el amor, observando así mismo su influencia en la vida de los tres protagonistas.
De esta manera, La vida de nuestros padres es principalmente una novela de personajes pero no por ello el contexto histórico se ha descuidado. La narración abarca casi diez años que sirven para acercar al lector principalmente al periodo de posguerra y los acontecimientos históricos que se van sucediendo en esos años quedan como un telón de fondo, marcan en cierta manera la vida de los protagonistas pero no son el punto central de la obra ni en ningún momento William Nicholson nos va a dar excesiva información sobre los mismos. Así la novela comienza situándonos en el periodo de la Segunda Guerra Mundial y en este marco adquiere importancia la descripción del desembarco de Dieppe, pero más allá de esto únicamente vamos a encontrar referencias aisladas, quedando reflejado más bien el día a día de las personas destinadas en esa zona.
Otro punto que tiene cierta relevancia son los acontecimientos que rodearon a la independencia de La India. Como os comenté al principio, este fue uno de los aspectos que más llamó mi atención y por el que me decidí a leer esta novela pero me ha decepcionado pues Willian Nicholson para mí ha pasado muy por encima y son unas pocas páginas las que se dedican a este aspecto. Como primer acercamiento no está mal y en una novela de estas características un desarrollo más excesivo no tendría lugar, ya que no estamos ante una novela histórica sino que el contexto es un telón de fondo para situar determinadas vivencias de los personajes.
El tercer emplazamiento importante que encontramos en la novela, Jamaica, está relacionado con la industria bananera, encontrando referencias a la United Fruit Company y especialmente a su filial europea Elders & Fyffes, a través de las cuales descubriremos aspectos del cultivo y comercialización de las bananas.
Leyendo la nota final que incluye William Nicholson descubrimos que algunos de los personajes secundarios de La tierra de nuestros padres aparecen también en otras de sus novelas, lo que nos permite profundizar en sus vínculos o rastrear sus vidas. Lamentablemente ninguno de los títulos que menciona han sido traducidos en nuestro país, por lo que al menos yo, me he quedado con las ganas de seguir leyendo estas novelas ya que me ha gustado mucho el estilo del autor.
En definitiva, La tierra de nuestros padres es una novela ágil y agradable de leer que explora las relaciones humanas desarrollando la historia vivida por tres figuras vinculadas entre sí a través de la amistad y del amor. Una obra en la que destaca la construcción de sus personajes y que cuenta con un interesante trasfondo histórico que nos permitirá acercarnos a acontecimientos como el desembarco de Dieppe o la independencia de La India.
FUENTES: imagen autor aquí
Gracias a Alianza por facilitarme el ejemplar ------------------------
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