Revista Salud y Bienestar
¿Está lista Penélope Cruz para enfundarse un vestido de alta costura y dejar a todos boquiabiertos en la ceremonia de los Oscar? En la imagen fugaz de la actriz captada ayer cerca de unos estudios de Hollywood se le ve una silueta envidiable para haber dado a luz hace un mes, resultado seguramente de una dieta y un programa riguroso de ejercicios guiado por su entrenador Gunnar Peterson, experto como otros preparadores físicos de celebridades en borrar las huellas del embarazo en un tiempo récord. Lo que sea para que actrices y modelos recuperen la figura desafiando una teoría médica vigente desde Hipócrates: el cuerpo de la mujer necesita cuarenta días para recuperarse de los estragos del embarazo.
¡Cuarenta días! Para la mayoría de las mujeres será un periodo razonable para que todo vuelva a su sitio, recuperar el peso anterior y retensar la piel tras el parto, como suelen recomendar los obstetras. Pero para otras mujeres, la cuarentena, seis semanas, parece inasumible, necesitan presentarse en sociedad como si no hubiera pasado nada mucho antes. Así lo hizo Paz Vega, que tres semanas después de dar a luz sorprendió por su delgadez a los asistentes al Festival de Cine de Venecia, o Heidi Klum, desfilando con lencería de Victoria's Secret. Y Penélope Cruz sabe que si el domingo acompaña a Javier Bardem a los Oscar, en la alfombra roja habrá muchos flashes pendientes de su figura.
“En tres semanas, las recuperaciones son magníficas, hay una mejora evidente, palpable, pero el organismo necesita otras tres semanas para acabar de ponerse a tono”, sostiene el doctor Juan José Vidal, jefe de obstetricia y ginecología del hospital Ruber Internacional de Madrid, en el que dan a luz muchas celebridades. “Hay muchas mujeres preocupadas por perder peso, al menos las que tratamos aquí, que tienen un nivel económico y profesional medio-alto y quieren conservar todo su atractivo, pero eso es extensible a todas las mujeres, sólo varía la motivación para lograr resultados antes”, subraya el doctor Vidal, que entre las recomendaciones a las pacientes destaca los ejercicios para el mantenimiento del suelo pélvico, que hay que iniciar en el embarazo para facilitar este periodo y el parto, y continuarlos después; los ejercicios abdominales, que deben empezarse en ocho o diez días, y seguir una dieta estricta. “La OMS recomienda engordar de 11 a 13 kilos durante el embarazo, no más, y en esto somos inflexibles, pero el embarazo produce estragos en el cuerpo, en las mamas, el abdomen, las piernas, y hay que darle tiempo –asegura–. Sin embargo, la voluntad de la paciente, el deseo de recuperarse, es fundamental, y las más motivadas siguen la pauta a rajatabla”.
En este tour de force contra la biología que desata el posparto, la lactancia materna puede verse como una dificultad añadida para perder peso, ya que requiere que la madre siga una dieta equilibrada, no severa, y retrasa la recuperación del pecho. De ahí que muchas mujeres opten por frenar la subida natural de la leche tras el parto y decidan una lactancia artificial para el bebé, que además les da una mayor libertad de movimientos. Sin embargo, dar el pecho puede ayudar también a perder el peso ganado durante el embarazo, y para demostrarlo está la actriz Jessica Alba, que perdió los once kilos de más al final de la cuarentena, siguiendo una dieta de 1.600 calorías diarias que le permitió amamantar a su hija y con un programa de ejercicio físico dirigido por su entrenadora habitual, Ramona Braganza, que también mantiene en forma a la actriz Halle Berry.
Recuperar la figura en cuatro o cinco semanas sólo con ejercicio y dieta es posible si se tiene un incentivo para lograrlo, se ha hecho una preparación física previa y se controla el peso durante el embarazo. Pero es muy difícil que el cuerpo vuelva al kilómetro cero antes del embarazo, y en algunos casos sólo la cirugía estética podrá obrar el milagro. “Después del parto, si el pecho ha quedado caído hay que levantarlo reduciendo un poco el tamaño, como si entraras la ropa que sobra de un traje”, explica el doctor Ramón Vila-Rovira, cirujano plástico del centro médico Teknon, cuyo bisturí ha reconstruido a no pocas celebridades. “En la barriga se puede hacer una reconstrucción muscular si es necesario y retirar el faldón abdominal que sobra”, añade. Vila-Rovira no hace estas intervenciones hasta transcurridos tres meses después del parto, y trabaja de forma coordinada con la médica nutricionista Montse Folch, que recomienda una dieta hiperproteica para perder peso rápido después del parto, compensada con la ingesta de agua en abundancia y control analítico. “Siempre que no se dé el pecho, en cuyo caso se requiere una dieta equilibrada, en la que se pueden reducir un 20% las calorías totales”, apunta la doctora Folch.
**Publicado en "La Vanguardia"
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