La tirzepatida reduce la presión arterial en pacientes con obesidad

Un estudio evaluó los efectos de la tirzepatida en 600 participantes con obesidad pero sin diabetes tipo 2. Los participantes recibieron un placebo o una dosis de tirzepatida en una de tres concentraciones y mostraron reducciones constantes en la presión arterial sistólica.

Los participantes que tomaron 5 mg, 10 mg y 15 mg de tirzepatida experimentaron reducciones promedio en la presión arterial sistólica. Las reducciones fueron evidentes en las medidas de presión arterial tanto diurna como nocturna.

Las reducciones en la presión arterial sistólica fueron consistentes en los diferentes subgrupos de participantes. Esto incluyó subgrupos categorizados por edad, sexo, IMC y factores de riesgo relacionados con la hipertensión. Las inyecciones semanales de tirzepatida condujeron a reducciones de peso medias del 15% al 20,9% en comparación con el placebo. Se descubrió que la tirzepatida actuaba como medicamento para bajar de peso.

Los participantes tenían una edad promedio de 45,5 años y un IMC promedio de 37,4 kg/m, lo que cumplía con los criterios de obesidad. El estudio contó con un 66,8% de participantes blancos, un 11,8% negros y un 25% hispanos. El estudio se realizó en un subconjunto de los 2539 participantes originales. La monitorización ambulatoria de la presión arterial se limitó al inicio y a las 36 semanas, con mediciones una vez cada hora por la noche.

Los hallazgos del estudio indican que los nuevos medicamentos para bajar de peso reducen eficazmente el peso corporal y mejoran las complicaciones cardiometabólicas. Estos medicamentos han demostrado ser eficaces para reducir la hipertensión, la diabetes tipo 2 y la dislipidemia, entre otras complicaciones relacionadas con la obesidad.

Se necesitan más estudios para evaluar el impacto a largo plazo de estos medicamentos en los eventos cardiovasculares. Se requieren investigaciones adicionales para investigar el impacto de suspender medicamentos como tirzepatida en la presión arterial.

La investigación fue publicada en la revista Hypertension.