Este método puede resultar útil, dicen los autores del trabajo que se
publica en The Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), para el
diagnóstico clínico de las infecciones del oído medio, el control de la
respuesta de las biopelículas a los tratamientos antibióticos, así como para
las investigaciones de la microestructura del oído medio. El enfoque de esta
técnica es muy parecido a la ecografía – excepto que utiliza luz en lugar
de sonido- se basa en el uso de un haz luz infrarroja que se dirige a la
membrana del tímpano y, «la luz reflejada de distintas capas de la membrana del
tímpano» se utiliza para generar imágenes de cortes transversales que
revelan el «grosor del tímpano y la presencia de la biopelícula». La
mayoría de las infecciones crónicas del oído implican la presencia de películas
delgadas y viscosas de bacterias, conocidas como biopelículas, que crecen
detrás del tímpano y son difíciles de detectar. Usando esta técnica, los
autores distinguen fácilmente oídos con y sin biopelículas; además también
cuantifican el tamaño y las propiedades estructurales de éstas.
Revista Salud y Bienestar
Este método puede resultar útil, dicen los autores del trabajo que se
publica en The Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), para el
diagnóstico clínico de las infecciones del oído medio, el control de la
respuesta de las biopelículas a los tratamientos antibióticos, así como para
las investigaciones de la microestructura del oído medio. El enfoque de esta
técnica es muy parecido a la ecografía – excepto que utiliza luz en lugar
de sonido- se basa en el uso de un haz luz infrarroja que se dirige a la
membrana del tímpano y, «la luz reflejada de distintas capas de la membrana del
tímpano» se utiliza para generar imágenes de cortes transversales que
revelan el «grosor del tímpano y la presencia de la biopelícula». La
mayoría de las infecciones crónicas del oído implican la presencia de películas
delgadas y viscosas de bacterias, conocidas como biopelículas, que crecen
detrás del tímpano y son difíciles de detectar. Usando esta técnica, los
autores distinguen fácilmente oídos con y sin biopelículas; además también
cuantifican el tamaño y las propiedades estructurales de éstas.
