Un Trabajo publicado en ACS Nano, da a conocer como dos científicos de la Universidad de Washington en Saint Louis (Missouri, Estados Unidos) crearon una nueva técnica para apreciar en tercera dimension el cáncer de piel mucho más detallado que todas las conocidas hasta ahora. La técnica se basa en el efecto fotoacústico descubierto por Alexander Graham Bell con lo que denominó 'fotofono', que convertía el sonido en luz para transmitirla y convertirla nuevamente en sonido una vez llegada a su destino. Con este efecto, la absorción de la luz calienta ligeramente el material dando lugar a una expansión termoelástica. Así, gracias a la luz, el material se expande y contrae dando lugar a una onda sonora. Esencialmente, escuchamos la estructura en lugar de observarla. La técnica se ha denominado tomografía fotoacústica y es capaz de detectar estructuras profundas que absorben fuertemente la luz porque el sonido se dispersa mucho menos que la luz, utilizada en otras técnicas con menor éxito. Además, este tipo de tomografía es mucho más segura que, por ejemplo, los rayos X, que emiten miles de veces más electro voltios. Las imágenes fotoacústicas de tejido biológico pueden tomarse sin agentes de contraste, especialmente si los tejidos están pigmentados con moléculas como la hemoglobina o la melanina. Sin embargo, las tomografías fotoacústicas de los melanomas son vagas y difusas en los bordes y, para mejorar el contraste entre el tejido maligno y el normal, hay que cargar el tejido maligno con oro mediante las nanocages, puesto que, una nanocage de oro absorbe tanta luz como un millón de moléculas de melanina. Una vez inyectadas, las partículas de oro tienden a acumularse en los tumores porque las células que definen los vasos sanguíneos de un tumor están desorganizados y suelen gotear. Así, con este agente de contraste, la señal fotoacústica del melanoma es un 36% más fuerte y al aunar ambas técnicas pueden verse claramente los melanomas subcutáneos muy difíciles de identificar a simple vista.