La torre negra de Ars, de Carlos X. Díaz e Islena Neira

La Torre negra de ArsCarlos X. Díaz | Islena NeiraSally BooksTapa dura | 68 páginas | 14€

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Tork, la ciudad tortuga, ha sido capturada por hordas de piratas. El joven Drov deberá escapar y atravesar la desértica llanura de Ars para refugiarse en la formidable Torre Negra. Esta mítica fortaleza es la última esperanza para Tork y para el gran tesoro que Drov custodia.
Cuentos, leyendas y folclore han colmado de lecturas a la humanidad desde edades tempranas hasta las más adultas. Imaginativas, repletas de valores o enseñanzas a la par que entretenidas, ofrecen a cualquier lector un rato agradable de lectura. El cuento clásico, sencillo e identificable, es un buen ejemplo siempre que contengan los elementos necesarios para cautivar al lector. No hacen falta alardes ni giros de tuerca enrevesados, tan solo saber manejar los elementos que siempre han funcionado como si de un reloj suizo se tratara.

De cierta manera, esto es lo que toma Carlos X. Díaz de las leyendas y cuentos más clásicos para su historia. La Torre de Arses una pequeña fábula autoconclusiva que propone un universo donde pueden (o no) tener cabida muchas más historias. A través de un titiritero conocemos la leyenda de como el joven Drov consiguió recuperar la ciudad de Tork desde la mítica Torre Negra. Carlos propone una historia sencilla, bien ejecutada y con algunas ideas fantásticas que cautivan a cualquier lector.
La más notable de todas son las ciudades móviles sobre animales gigantes. No es algo original ni que no hayamos visto antes, ahí mete la zarpa nuestra querida A`Tuin de Terry Pratchett, por ejemplo. Carlos utiliza este concepto para darle un nuevo matiz para construir con mucho acierto una pequeña fabula sobre el cuidado animal. No es su único tema pese a sus escasas 68 páginas. La Torre de Ars es un viaje a las historias de puro autodescubrimiento, donde creer en uno mismo se vuelve más importante que cualquier otra cosa.

Redondea el albúm el debut de Islena Neira. La ilustradora y animadora saldubense desarrolla una serie de composiciones a modo de boceto pintadas a través de acuarelas que casan a la perfección con el aire de cuento legendario que tiene el relato. Para rematar la jugada, la edición de Sally Books (de nuevo) es una maravilla en pasta dura, con un par de extras de diseño de personajes y ejecución del dibujo bastante interesantes que completan el volumen.