La tostada

El experimento es de lo más sencillo. Las cosas importantes suceden sin exceso de implementos. Te estás preparando el café, por la mañana, para desayunar. Y te haces, no sé, dos tostadas.
Una de las tostadas la untas, generosamente, con aceite de oliva virgen extra. Y la otra tostada la untas también, pero con queso de untar. El queso que no es untable resulta, por definición, difícil de untar.
No, todavía el experimento no ha empezado. Hasta ahora no ha pasado gran cosa, podríamos decir que hasta ahora no ha pasado nada. Ahora empieza.
Tienes que tirar la tostada al aire. La tostada con AOVE primero. Y deberías lograr tirarla como si de una moneda se tratara. Que gire, la tostada, aunque sea una vez, sobre sí misma, en el aire. Sí, ya sé, no es tan sencillo. No importa, tú puedes.
Cae la tostada al piso. Ya estamos viviendo el experimento. Te fijas si la tostada cayó del lado del aceite de oliva o del otro lado, del lado del pan podríamos decir. No importa cómo haya caído la tostada, la levantas, y repites el lanzamiento. Tres veces, cinco mejor.
Entonces coges la otra tostada, la tostada con queso. Y haces lo mismo. Tiras la tostada hacia arriba, la tostada gira en el aire, la tostada cae. La levantas, y la vuelves a tirar. Cinco veces también.
Eso es todo. Tiraste cinco veces la tostada con aceite, después tiraste cinco veces la tostada con queso para untar. Y vas a ver que hay diferencias. No es lo mismo, no caen de la misma manera. Las leyes de la física no funcionan igual si la tostada tiene aceite o queso untable.
Descubrir eso, lo que acabo de contar, tiene profundas implicaciones, está cargado de significados. Todavía no has desayunado y tienes que limpiar el piso, para empezar.