Queridos amigos, ya ha salido a los quioscos un nuevo número de "La Tournée des Restaurants & Bistrots" la guía gastronómica que pretende, no sólo revelaros lugares espectaculares por una u otra razón, sino también impediros que consumáis vuestro preciado tiempo libre pensando a dónde ir y lo podáis utilizar exclusivamente para conseguir la tarjeta vip de Le Club des Bons Vivants.
Con estas premisas, váyanse poniendo las servilletas de hilo y aflojando esos cinturones de Hermés. ¡Comienza La Tournée!
Mesa de La Quinta de San Amaro.
1. Y para empezar viajamos a Galicia porque hoy os voy a descubrir un lugar de cuento, de esos de los que te enamoras y quieres volver a toda costa y contárselo a tus amigos para que hagan lo mismo: "La Quinta de San Amaro" http://www.quintadesanamaro.com/ en Meaño, Pontevedra.
Sus propietarios Nacho Crespo y Julio Ouviña han dado un toque espectacular a esta edificación rural, con un emplazamiento privilegiado, entre viñedos de albariño y a poca distancia de las mejores playas de las Rías Bajas*.
Este pequeño hotel-restaurante consta de catorce habitaciones, cada una de ellas con un estilo propio y particular pero con el punto en común del buen gusto. Sus propietarios, Nacho y Julio, se escaparon literalmente de Madrid para dedicarse a lo que más les gustaba: vivir y también hacer vivir a los demás, experiencias inolvidables en lugares singulares y bellos. Y así nació "La Quinta de San Amaro".
Cuando entréis os va a fascinar. Aquí está cuidado hasta el más mínimo detalle y aparte del entorno y de la decoración, contaréis con un servicio amable y una comida exquisita.
Podéis comer y cenar en la terraza o si lo preferís, dentro, en dos coquetos saloncitos en los que os sentiréis como en casa si tenéis la suerte de tener una casa tan bonita.
Alacena ideal sobre suelo más bonito todavía.
Habitas con jamón y crema de coliflor cortesía de la casa.
Los platos de La Quinta de San Amaro están basados en la cocina tradicional gallega y de mercado con un toque vanguardista. Nosotros pedimos una deliciosa ensalada de virutas de pato, foie, naranja y aceite de nuez y un edificio construido a base de huevos rotos con jamón ibérico que daba pena destruir. Ferrá lo habría deconstruido, pero nosotros queríamos comerlo.
Sin posibilidad casi de movernos nos lanzamos al segundo plato. Arroz caldoso de pescado y un espectacular solomillo con foie y patatas panadera. ¡Lo que daría yo por tener uno solo de estos platos ahora mismo haciéndome compañía mientras escribo!
Y para mi una comida sin postre es como un día sin sol, así que aunque esté totalmente saciada, ¡quiero postre! De niña siempre me las ingeniaba para chantajear emocionalmente a mis padres, soltando incluso alguna lagrimilla, si sus intenciones eran que me quedara sin él como castigo por dejar el anterior plato a medio comer. Razón no les faltaba.
Y ahora, un poquito, sólo un poquito, más mayor, sigo igual. Si voy a comer con papá y mamá y dejo algo, me riñen cariñosamente de similar manera pero ya no me castigan sin postre. Así que, sin necesidad de echar mano a mi talento dramático, pude pedirme un riquísimo coulant de chocolate.
Si hay chocolate y/o dulce de leche soy conservadora y no experimento. Son valores seguros.
Y tras este revolcón culinario, un poco de paz y mansedumbre para hacer bien la digestión. Nos quedamos tomando un licor en este encantador rinconcito de terruño gallego y al suave sol del agosto costeño.
Pronto en La Tournée los escargots serán protagonistas. ¡Mal asunto, pequeños!
2. Y de Galicia me voy a Madrid. Por suerte es una ruta aérea muy frecuentada y tengo un montón de horarios y vuelos para escoger.
Aterrizo y tras descansar un poco del viaje, vuelve mi estómago a darme la señal de alerta. "¡Estoy vacío!", me dice. "Vale, vale, tranquilo. Ahora mismo te relleno con algo." le contesto. "Por caridad, Sylvie, ¡llévame a algún sitio! ¡No cocines tú en casa! No podría soportarlo después de haber comido en La Quinta de San Amaro".
Detalle del jardín de La Quinta.
Pues sí, amigos, ¡es increíble! Ésto es lo que pasa cuando acostumbras a tu propio estómago a la buena vida. ¡Que se te rebela! Y harto de latitas de atún, solomillos vuelta y vuelta, pollo cocido en su propia salsa (o sea, ninguna), y ensaladas con tristes y moribundas lechugas, te suplica a base de contracciones y espasmos que sigas dándole al delicatessen sin piedad.
Cheese Bar antes de que se llenara por completo.
Y haciéndole caso a uno de mis órganos pensantes principales eso hice, llamé a un amigo y con él me fui a probar los encantos del paraíso del queso: El Cheese Bar, http://www.ponceletcheesebar.es/ un espacio casi pornográfico para los que somos amantes del queso. Un lugar donde hacer realidad todas tus fantasías y donde todo está permitido mientras os guste a ti y al queso.
Kamasutra de la degustación del queso extraído de su carta.
Y es que en este templo de lujuria caseosa vamos a poder degustar cientos de quesos en excelentes condiciones y de todos los confines del mundo. Y si no os lo creéis, echadle un vistazo a la carta.
http://www.ponceletcheesebar.es/sites/all/themes/cheesebar/pdf/02_QUESOS.pdf. Y es que quienes han montado este magnífico restaurante saben de lo que hablan porque son dueños de Poncelet http://www.poncelet.es/, la tienda de quesos por antonomasia de Madrid.
Cartas de quesos del Cheese Bar.
Y yo que soy consumidora diaria de este preciado manjar, les propongo a los dueños del local que monten sucursales del Cheese Bar por las carreteras españolas, con luces de neón y grandes carteles en los que se lea "CLUB (de quesos)"; que abran las veinticuatro horas del día y que atiendan, con éxoticas variedades, todas las necesidades de los adictos al queso.
Pero basta ya de poneros los dientes largos y empecemos con lo interesante.
Me encantó el detalle de la mantequilla, una costumbre casi perdida. Esta presentada en forma de huevo con corte transversal.
Variedad de panes correlativa a la variedad de quesos.
Para estar a la altura pedimos un vino con poesía y frutos rojos: "Habla del Silencio" de Bodegas Habla http://www.bodegashabla.com/, en Trujillo, vinos de alta gama y edición limitada. ¡Esto promete!
Rememoremos la bacanal: Delice d Ete, cremoso y relleno de frambuesa, Queso Divirin, de sabor ligeramente herbáceo y fondos animales suaves, St. James, cremoso y con la corteza lavada y cerosa, Stinking Bishop, lavado con sidra de pera Perry, Cashel Blue, azul suave de leves notas a vainilla...
Quesos y vinos, ¿se puede pedir más? Como dice una amiga mía, que nos toque la lotería...
... Valancay, cubierto con cenizas de carbón saladas, Gaperon Mini, con ajo y pimienta, Azeitao, rústico y ácido, Comte Grand Affinage, Serrat curado de oveja... y unos cuantos más.
Borrachos de queso, pedimos el postre. "Por favor, una pistola de queso. ¡No puedo más!". Pero, aunque la tenían, no querían escándalos en el restaurante ni derramamiento de sangre así que nos trajeron una panacota de oveja y una cuajada de cabra con caramelosa teja hundida. ¡¡Qué rrrrriiiiico!!
Y aunque yo pensaba que no tomaría queso en varios días, a las pocas horas, ya estaba retozando en casa con otro (queso) para poder mantener en mi cerebro los niveles de serotonina a los que me había acostumbrado en el Cheese Bar.
La cuenta.
Creí que era un espejo pero no. Es uno de los monísimos dibujos ad hoc que adornan el local.
Y si aparte de gustaros el queso, os queréis informar sobre él, en la planta de arriba del Cheese Bar tienen biblioteca sobre queso y gastronomía y allí precisamente donde van a celebrar actos de divulgación de este manjar y otros esnobismos culinarios que, desde aquí, apoyamos al cien por cien.
Y para terminar esta oda al queso no puedo dejar de recomendaros "La Nariz de Edward Trencom" del escritor Giles Milton, una novela de historia, intriga oscura y queso. ¡Os encantará si os apasiona este manjar!
http://www.lafactoriadeideas.es/
Posando recatadita después de haber cumplido mis deberes. Apenas podía moverme.
3. Y para cerrar este número de "La Tournée des Restaurants & Bistrots" más recomendaciones de vinos. Ya sabéis que en esta guía todo lo que tenga calidad y aparte lleve en su nombre las palabras "edición limitada" o "botellas numeradas" es muy bienvenido. Así que desde aquí os recomendamos a los más sibaritas otro vino especial, el V1863, vino de colección, verdejo cien por cien y del que sólo hay 4.729 botellas.
Toques minerales en su sabor y aroma de hierba recién cortada.
Creado en las bodegas Javier Sanz Viticultor (D.O. Rueda), aunque su nombre parece sacado de la película "Blade Runner", es todo lo contrario. El viñedo del que procede este excelso vino proviene de unas cepas anteriores al año 1863, de ahí su nombre. “La primera nota registral de la cepa es de este año, por lo tanto sobrevivió a la filoxera procedente de América, que acabó con tantas cepas en Europa en 1880”, nos cuenta Javier Sanz a quien tuvimos el gusto de conocer.Ahora entendemos por qué está tan rico. Es un vino con súper genes que lo hacen excepcional y delicioso.
A la venta aquí: http://www.jsviticultor.com/ o en la propia bodega cuyos datos tenéis más abajo.
1. La Quinta de San Amaro.
http://www.quintadesanamaro.com/
c/ San Amaro, 6. Meaño. (Pontevedra)
Tel: 630 877 590 y 986 748 938.
[email protected]
2. Cheese Bar.
http://www.ponceletcheesebar.es/
c/ José Abascal, 61. 28003 Madrid.
Teléfono Reservas: 913 992 550.
[email protected]
3. Vino V1863. D.O. Rueda.
A la venta en bodegas Javier Sanz Viticultor, en calle San Judas, 2 La Seca, 47491 Valladolid y en : http://www.jsviticultor.com/
Teléfono: 983 81 66 [email protected]
Y ahora sí, queridos lectores, levamos anclas, izamos velamen y tomamos velocidad en busca de nuevos rincones que recomendaros que hagan vuestra vida un poquito, aunque sólo sea un poquito, más feliz.
¡Un gran beso y un maravilloso fin de semana!
Sylvie Tartán.
* Imponer una lengua, según mi opinión, es igual de horrible que prohibirla, por eso, aunque sé que es incorrecto no pongo en gallego los topónimos de mi tierra, al menos los que conozco y llevo usando desde que empecé a hablar. Nací en Puentedeume, La Coruña, veraneé en La Toja y en Sangenjo y mi familia es gallega y vive en las Rías Bajas.