El deporte también tiene historias trágicas. Como la que le ha tocado vivir a la atleta olímpica somalí Samia Yusuf Omar, que ha pasado de participar en los Juegos de Pekín 2008 a morir tristemente en una patera. La tragedia ha conmovido al mundo entero porque Samia, muy conocida en su país, era un ejemplo de esfuerzo y voluntad olímpica. Cautivó al mundo entero cuando en la carrera de 200 metros llegó última, en solitario, con 10 segundos de retraso respecto al resto de las atletas. El público del estadio olímpico de Pekín se puso en pie para aplaudir la gesta de aquella espigada chica de 17 años en una imagen para el recuerdo. No llegó a tiempo Samia, siguió entrenando duro para participar en los Juegos de Londres, pero no llegó a tiempo.
Su triste historia ocupa hoy las primeras páginas de los medios de comunicación italianos. La atleta se embarcó en Libia con dirección a Italia buscando una nueva vida, pero murió en la travesía a bordo de una patera cerca de la costa italiana. El mediofondista somalí Abdi Bile, medalla de oro en los 1.500 metros en el Mundial de atletismo de Roma en 1987, fue el encargado de contar a la prensa durante una reunión del Comité Olímpico Nacional de Somalia qué había sido de aquella chica. “Una experiencia bellísima” “Ha sido una experiencia bellísima, he portado la bandera de mi país, he desfilado con miles de atletas del mundo”, expresó Samia tras su experiencia olímpica al volver a Mogadiscio.
El entrenador de Sami, Mustafa Abdelaziz, confirmó al 'Corriere della Sera' que la atleta se embarcó este verano en una patera para intentar llegar a Italia y seguir su carrera deportiva ante la falta de fondos de su país. Su madre, explicó Abdelaziz, vendió incluso un pequeño terreno para financiar su viaje y que pudiera así cumplir su sueño y tener una vida alejada de las guerras y la precariedad. “Los supervivientes de ese viaje comunicaron la lista de las personas que habían fallecido durante la travesía y allí estaba su nombre. Nos quedamos helados. Sabíamos que el viaje hacia Occidente es peligroso, pero no nos podíamos imaginar que ella sería una de sus víctimas”, añadió Abdelaziz. Campeona africana en 100 metros Samia nació en 1991. Era la mayor de seis hermanos, hija de una vendedora de frutas y su padre murió en uno de las múltiples conflictos que se viven en el país. Su amor por el deporte la llevó a practicar atletismo, pero también natación y baloncesto. En mayo de 2008, Samia se coronó campeona africana de los 100 metros y con solo 17 años desembarcaba en Pekín.