de Benito Olmo.
Título: La tragedia del girasolAutor: Benito OlmoEditorial: Suma, 2018Páginas: 344
SINOPSIS.
Suspendido de empleo y sueldo, el exinspector de policía Manuel Bianquetti se ve obligado a malvender sus servicios como investigador privado hasta que recibe un encargo aparentemente sencillo: proteger a un importante empresario durante su estancia en la ciudad.
Sin embargo, lo que parece un trabajo rutinario desembocará en un reguero de muertes que obligará a Bianquetti a dar rienda suelta a su instinto de investigador para sobrevivir, llevándole a descubrir que, a menudo, el sol que más calienta también es el que más quema.
IMPRESIÓN PERSONAL.
Cuando una se enfrenta a la segunda novela de un autor siempre teme que el nivel en que se situó la primera novela decaiga. Me gustó mucho La maniobra de la tortuga, primera novela de la serie del inspector de policía Bianquetti. Me gustó el personaje, me gustó la trama y me encantó esa descentralización del delito que nos llevó a la provincia de Cadiz.
Por fortuna, puedo decir que esta nueva entrega de este fornido policía no sólo ha cumplido con las expectativas que tenía al comenzar su lectura sino que las ha superado con creces porque me ha gustado mucho más que la primera, y ya era difícil.
Me he encontrado con un Bianqueti suspendido de empleo y sueldo por un año por los hechos que acontecieron en la anterior novela; con una relación incipiente y extraña con Cristina, a la que ya conocemos de la novela anterior y que hace esfuerzos por relacionarse, aunque sea a distancia con su hija. Una vida privada un tanto lúgubre y solitaria, porque él mismo tiene tendencia a no compartir ni lo que hace ni lo que siente. La verdad es que yo misma no lo soportaría con esos silencios que una tiene que interpretar continuamente.
Por otro lado, fuera del ámbito personal, Bianquetti anda buscando a una prostituta llamada Regina, por un lado, y a la vez, se coloca de guardaespaldas de un anciano ricachón cuyo entorno es un tanto extraño y sospechoso. Seguramente por eso, en ese entorno comienzan a sucederse muertes y Bianquetti se coloca en todo el medio de la acción como una presa más a la que eliminar. Una trama compleja, típica de novela negra, con matones y mujer fatal de por medio, que vienen a complicarle la vida al ex-policía que tendrá que sacar lo mejor de sí mismo para no pasar a mejor vida.
Una novela de ritmo ágil donde los acontecimientos se suceden a buen ritmo y con un buen encaje, sin precipitación pero con una lógica aplastante y secuencial. Me gusta ese estilo tan clásico que tiene el autor. Muchas veces se agradece porque se recupera, en general un estilo que pocos autores ya recrean a la hora de escribir novelas de corte negro o policíaco. Resulta curioso precisamente esa soledad de Bianquetti, no solo en su vida personal sino que tampoco cuenta con ningún compañero/a que lo entienda y que comparta con él el día a día. Un verdadero "lobo solitario", con un coche más que decadente, viejo a rabiar, y con toda una serie de problemas personales y laborales que lo abocan sin remedio a la soledad.
Y Cádiz, una ciudad que también tiene su parte oscura, sus rincones de indecencia y donde los delincuentes campan a su antojo y un puerto, supongo que como otros, donde los traficantes de guante blanco intentan introducir todo tipo de sustancias prohibidas ante las mismas narices de la policía.
En definitiva, me he bebido también esta nueva entrega del (ex) inspector Bianquetti, un grandullón con el que es difícil no conectar, un poco torpón en sus relaciones personales, pero buena gente y poco afortunado en las consecuencias de las cosas que hace con buena intención. Un policía al que le cuesta seguir las normas del juego policial por su lentitud y su ineficacia y que tiene sus propios criterios a la hora de actuar, algo que no le deja libre de problemas continuos.
Lo espero de nuevo más pronto que tarde.