Dalí y Buñuel, años 20
Vemos una navaja seccionando un ojo y una serie de imagenes aparentemente sin relación entre si, como una recopilación apabullante de todo lo que le puede pasar a un artista o a cualquier hijo de vecino por la cabeza en un momento dado . Es “Un Perro Andaluz” (1928), la primera película de nuestro director de cine más universal ( con permiso de Almodóvar) , Luis Buñuel, un pequeño homenaje al subconsciente humano y a las obsesiones de Buñuel ( insectos, por ejemplo) de 16 minutos de duración para el que colaboró codo con codo con su amigo , el genio Salvador Dalí.
Todos sabemos lo que significó Dalí para el arte ; no solamente para el arte surrealista , o para el arte en si del siglo XX. Dalí es una figura con mayúsculas a la que considerar como uno de los artistas más brillantes de todos los tiempos , pero su ego y el verse tan absorvido por su propia creatividad fueron también los responsables de un bochornoso cambio en su vida personal que lo convirtió en un personaje aborrecido por el círculo en el que se movió hasta el comienzo de la década de los 30.
Al mismo tiempo, su delirio perpetuo por su propia celebridad y la influencia dudosa de Gala ( su mujer) en ciertas etapas de su vida cambiaron de forma radical a un hombre que a principios de los años 20 luchó junto a sus colegas artistas y amigos íntimos ( Buñuel, por supuesto, y García Lorca como otro ejemplo importante) contra las normas establecidas y el conservadurismo extremo y que a mediados de los años 30 se negaba a posicionarse políticamente en una de las etapas más crudas y tristes de la historia Española que se llevó muchas carreras (y vidas, como la de su amigo Lorca) por delante.
Lorca y Dalí, años 20
Asqueados ante su ambigüedad y su negativa a denunciar el fascismo , sus compañeros del movimiento Surrealista lo expulsaron del grupo ante lo que Dalí , sin ningún tipo de pudor , espetó una de sus más famosas frases : “Yo mismo soy el Surrealismo”.
Dalí y Gala , finales de los años 30
La influencia de Gala parece haber sido decisiva en este cambio tan brusco aunque se dice que la sed de fama y celebridad de Dalí nunca tuvo barreras por lo cual en un momento dado decidió centrarse únicamente en sus propios intereses dejando a muchos en la estacada. Con Buñuel todo se enfrío progresivamente siendo la gota que colmó el vaso las cobardes y graves acusaciones que sin venir a cuento el artista publico sobre él en 1941 en su libro autobiográfico ” La vida secreta de Dalí”. Así recordaba Buñuel la ruptura definitiva entre ambos:
“Gala influyó mal en él. Cuando me la presentó, debo reconocer que no me causó buena impresión , pero él estaba fascinado. Dalí es muy asexuado, casi andrógino, como los ángeles. Y a causa de Gala terminó riñendo con mucha gente.
En su libro La vida secreta de Dalí, me acusó de sacrílego y rojo. En un encuentro le reproché las complicaciones que estas palabras me estaban provocando profesionalmente. Me contestó : ” He escrito un libro para levantarme un pedestal, no para realzarte a ti”. Continuamos hablando un rato y finalmente me fui sin romperle la cara. Allí acabó nuestra amistad definitivamente”.
Arrepentido o no , se sabe por el propio Buñuel que en las últimas décadas de su vida hubo intentos de acercamiento por parte del artista que no obtuvieron respuesta alguna por parte del director. Además, probablemente ni si hubiesen reconocido el uno al otro a esas alturas.
Buñuel, retrato de Dalí 1924