Al final todo llega, incluido el desenlace de la trilogía sobre Publio Cornelio Escipión (Africanus) de Santiago Posteguillo. Con gran pesar he terminado “La traición de Roma”, genial cierre de una historia que me ha tenido cautivada durante varios meses. Como me encanta la literatura histórica, la etapa romana y la narrativa de Posteguillo, he disfrutado enormemente a lo largo de estos tres volúmenes que recomiendo a todo el mundo. No pasa nada, me queda mucho de la obra de este escritor por leer así que, de momento, dediquemos a este libro la reseña que se merece.
“La traición de Roma” ya adelanta en su título lo que va a pasar en el libro. Y es que, tras volver a Roma colmado de gloria tras su victoria sobre Aníbal, su eterno rival, Publio Escipión debe sufrir las envidias y esfuerzos de Catón y otros importantes políticos romanos por verle humillado y arruinado a pesar de haber dedicado su vida por completo a la defensa de la ciudad y el Imperio. Así, después de nuevas batallas como la de Magnesia y volver a encontrarse con Aníbal una vez más, Publio debe hacer frente al peor enemigo de todos: la traición y la injusticia desde dentro de su propia ciudad. Con una edad ya avanzada, una enfermedad intermitente y el estrecho acecho de sus detractores, nuestro general protagonista pasará sus últimos años en una amarga letanía que al menos servirá para impulsarle a registrar sus memorias y dar a conocer al mundo sus hazañas antes de que Catón y sus secuaces empañen su buen nombre para la eternidad.
Este último libro tiene menos contenido militar y bélico y se centra bastante más en la vida personal y familiar de Publio, como la relación que tiene con sus tres hijos, el deterioro de su matrimonio o su amistad con fieles compañeros. Posteguillo va insertando fragmentos de las memorias del general, de modo que el lector puede conocer de primera mano sus impresiones, miedos y esperanzas, adentrándose en la faceta más humana y vulnerable del invencible héroe de guerra. Como no podía ser de otra forma, Aníbal también aparece a lo largo de “La traición de Roma” para entender lo que ha sido del temible guerrero y sus encuentros con Publio. Igualmente, el lector asistirá a la vida personal del cartaginés y profundizará en los pensamientos y emociones de un hombre que también tiene sus debilidades. Otros personajes como el dramaturgo Plauto o la esclava Areté, completan la historia con sus propias vidas y pasajes relacionados o no con la trama principal, algo recurrente en la narrativa de Posteguillo y que me gusta mucho.
¿Qué más puedo decir de “La traición de Roma”? De nuevo un libro bien escrito, con rigor histórico a la vez que ameno e interesantísimo de leer y disfrutar, que hará las delicias de los lectores amantes de la historia romana y que termina de manera muy satisfactoria con los acontecimientos narrados en “El hijo del cónsul” y “Las legiones malditas”. Imposible que no me dé pena terminar esta fantástica trilogía y alejarme para siempre de la vida de Publio Escipión, al que la pluma de Posteguillo me ha dado a conocer desde su nacimiento y otra vez me siento un poco huérfana por tener que desvincularme de esta historia que me ha encantado. Afortunadamente, me queda mucho por leer de este autor de quien me declaro fan absoluta y , por supuesto, te recomiendo también su trilogía sobre Trajano que no tiene desperdicio.
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