Amor, dolor, sentimientos. Jeffrey Eugénides construye una trama propia de Jane Austen y luego la desbarata ante nuestros ojos. Maddy, Leonard y Mitchell forman ese triángulo de infelicidad y frustración sentimental en la que se basa la iniciación a la vida adulta. Tres universitarios con los sentimientos a flor de piel y los intelectos rigiendo sus vidas. Dos fuerzas contradictorias que les harán plantearse si lo que sienten es lo que deberían sentir, si lo que desean es lo apropiado o si deberían gobernarse por las teorías "deconstructivas" más avanzadas. Mitchell ama a Maddy, Maddy ama a Leonard y Leonard.... sufre un trastorno mental. Esta es la revisión de Austen en la que el matrimonio ya no es el punto final feliz que se alcanza o el anhelo que se escapa condenándonos a la muerte o al ostracismo. No, el matrimonio es solo una puerta más que se abre para dejar paso a nuevos problemas y que, ahora sí, también se puede cerrar si se desea. El divorcio cambia las perspectiva. Los tres personajes exponen ante nosotros sus sentimientos reales y también lo que les gustaría sentir, lo que sueñan con sentir. Ser perfectos, ser santos, ser normales.Y luego están los padres, los amigos, los viajes....
Pero no te equivoques, esta no es una novela romántica. Es una gran novela.Si disfrutaste Midlesex, esta no te decepcionará.
