La primera medida decidida por el nuevo gobierno del que ahora sabemos tantas cosas fue congelar el salario mínimo, porque de él hace el propio estado un cálculo por el cual desde la administración imponen lo que llaman el Indicador Público de Rentas Múltiples el cual se usa como base de cálculo de todas las ayudas a la renta que pueda recibir la población que ha perdido el empleo y carece de ingresos de cualquier tipo. Una vez aplicada la madia administrativa del cálculo, de ahí salen los 426 euros a los que como máximo pueden aspirar los desempleados de larga duración que cumplan todo el resto de requisitos exigidos como cargas familiares, edad, ingresos de toda la unidad familiar y duración del tiempo de al menos un año como demandante de empleo sin que haya podido acceder contrato alguno tramitado desde las oficinas llamadas injustificadamente de empleo.
Las siguientes medidas han consistido en provocar la subida de todos los precios de bienes de primera necesidad a pagar con esos mismos 426 euros, que se ingresarán el día 10 del mes para que sea con posterioridad a todos los pagos que se puedan pasar por la cuenta ocasionando descubiertos todos los meses. Los que esto deciden cobran siempre antes de que finalice el mes. Subidos los impuestos al consumo, todas las tasas públicas y todos los precios intervenidos desde el combustible hasta el transporte público o las matrículas de la enseñanza pública, el resultado de la cuenta queda como sigue:
Subsidio Renta Activa 426,00 €
luz 70,00 €
teléfono 70,00 €
gas 40,00 €
agua 40,00 €
comunidad vecinos 150,00 €
gastos fijos 370,00 €
resto para demás gastos 56,00 €
disponible por día 1,87 €
familia de 4 personas 0,47 € por persona/día
Ninguno de los que han decidido que estas condiciones tercermundistas las padezcan los ciudadanos viven con semejantes ingresos y sus cúpulas dirigentes mucho menos. Dicen que los ciudadanos han vivido por encima de sus posibilidades y que no se puede gastar más de lo que se ingresa.
Pero es que no hay dinero, porque el dinero negro que aportaban empresarios amigos retornaba a ellos mediante la compra de edificios, el encargo de obras y los contratos de administraciones públicas. Por lo que de todo lo aportado en negro una buena parte se pagaba en blanco con dinero de los contribuyentes, y por lo tanto, el dinero de origen se quedaba en los intermediarios pues hacían volver el blanqueado sacándolo de las arcas públicas. Y se lo llevaron ya todo.
Pensar que España tiene 50 capitales de provincia con 50 edificios en los que se pueden haber metido 100 millones por edificio da un volumen potencial de 5.000 millones de euros blanqueables sólo en esta parte de la operación. Que los edificios hayan pasado a ser patrimonio inmobiliario de la organización y que las operaciones se hayan hecho en el momento de mayores precios especulativos de la burbuja inmobiliaria tiene sentido porque eso permite blanquear volúmenes mucho mayores de dinero negro. Si los mismos han comprado o alquilado edificios con dinero público para sedes y oficinas de consejerías autonómicas, de concejalías municipales, de direcciones provinciales de diputaciones y de toda la galaxia de departamentos sobre cuyos presupuestos hayan tenido control, además de empresas públicas y fundaciones, seguro que el volumen se multiplica como poco por cinco. Ya no son cinco porque ahora son veinticinco. Será el 10% del total, seguro. Que es el importe real del agujero.
Los mismos que esto hacen con el dinero de los ciudadanos son los que unilateralmente deciden congelar las ayudas más que insuficientes y subir todos los precios, lo cual no puede justificarse por ningún control de déficit y menos vienendo de los que con lo que cobran de los ciudadanos no les llega y se pagan a así mismos por otro lado otro sueldo con más dinero de los mismos ciudadanos. Porque toda mordida en este negocio se ha pagado con dinero público y el blanqueo parece que también. Hay un tesorero que ha dicho que durante décadas recogían dinero negro de contratistas de sus administraciones, lo troceaban y lo ingresaban en el banco para hacerlo aparecer como donativos anónimos legales y lo transferían a las cuentas de los puntos de procedencia como dinero legal en blanco para los gastos de la orgazación. Como comprar edificios enteros en las mejores y más caras zonas y hacer todas las reformas necesarias. Si el que proveía servicios, obras e inmuebles era el mismo donante, dinero negro blanqueado retornado al punto de origen como dinero legal.
Pero algo se queda por el camino si una buena parte del dinero sale directamente de las arcas públicas a los donantes. Todo lo que se carga a los bolsillos de los contribuyentes desde las administraciones que desvían el dinero a los donantes se queda en manos de los intermediarios. Y ahí se acumula dinero negro que hay que sacarse de encima y mover fuera rápidamente. Entregas 1.000, 100 son de comisión, 100 te vuelven como encargos propios y 800 de fondos públicos. Resultado: el donante de dinero negro ha recuperado 900 en blanco, pero el intermediario se ha quedado con 1.000 en negro. Lo gordo de lo que ha dicho el tesorero es que todo funcionó desde el principio como una red de blanqueo de dinero efectuado con dinero público. ¿Como puede mentir para incriminarse?. Ahora lo de todos somos iguales y hacemos lo mismo se vuelve en contra de quien manejó el argumento, depende de quienes sean los "todos".
Pero mientras se queda esto pendiente de si es necesario o no dar alguna explicación y demostrar la falsedad de los hechos, los precios se siguen subiendo desde el mismo gobierno y aparato del estado que dice que aplican una fórmula y a ellos les sale que los ciudadanos tienen suficiente para vivir con los 426 euros al mes, mucho menos de lo que consideran el mínimo necesario para vivir ellos mismos. Sin duda todos ellos y quienes les apuntalan merecen pasar el resto de sus vidas viviendo con sólo esos ingresos por decidir que son suficientes para los demás ciudadanos y siendo ellos los representantes de todos, que disfruten para sí lo que legislan para los demás. Y Europa, el FMI y la OCDE como si no viesen nada. Blanco y en botella, blanqueo: la trama y su tramoya.