La población del este estaba formado por cuatro municipios Chacao, Sucre, Baruta y El Hatillo; mientras que el oeste, tan grande en población como los otros cuatro municipios, contaba con uno solo, Municipio Libertador; pero éste no comienza legalmente en la Plaza Venezuela como decía Chávez, sino en la Quebrada Chacaíto que sirve de lindero con el Municipio Chacao y al contrario de lo que también decía Chávez, cuenta con Urbanizaciones de ricos como La Florida, mientras que en el este de Caracas está el barrio pobre más grande de Latino América “José Félix Ribas” o sea, un enredo, o como le decimos popularmente en Venezuela “Un Arroz con Mango”
La zona pobre en el oeste, que va desde el Distribuidor Metropolitano bordeando la Autopista Francisco Fajardo por un lado y la Carretera Petare - Sata Lucía, por el otro lado hasta llegar mucho más allá de la Dolorita y abajo Las Canteras de Piedra más allá de El Llanito y El Encantado subiendo desde allí a Filas de Mariche y bajando hasta más allá de Turumo, en la carretera vieja de Caracas - Guarenas.Sólo para dar una idea, en ese gran sector podrían estar viviendo una quinta o cuarta parte de los caraqueños, por supuesto estos son datos referenciales que cualquier caraqueño adulto conoce, y no delimitaciones geográficas ni estadísticas oficiales.Pues bien, para Chávez los barrios de Petare también estaban en el este, y por tanto en zona de ricos y por eso no los tomaba muy en cuenta; en una oportunidad afirmó que hasta piscinas tenían; creo que fue cuando el alcalde de Petare les hizo una piscina pública por los lados de Mesuca.Indudablemente Chávez y Fidel, mostraron una gran habilidad e imaginación para con sofismas y triquiñuelas dividir la capital en dos grandes bloques sociales con sentimientos políticos encontrados, todo dentro de dos puntos cardinales delimitados por ellos mismos.Supuestamente en el oeste vivía todo el “Pueblo” de Caracas, los pobres, y el resto de los caraqueños eran ricos comerciantes, industriales, pitiyanquis engreídos y presuntuosos, que él denominaba “Los Escuálidos del Este” pero que nunca lo llamó pueblo ni soberano y por lo tanto no tenía derecho a mando porque “Ahora el Pueblo es el que Manda” como decía y ponía escrito por todos lados. Importantísimo aquel calificativo de “Escuálidos del Este” porque durante días, meses y años Chávez lo utilizó cuando tocaba el tema, cosa que al principio era a diario y lo hacía siempre refiriéndose a Caracas, como si en el resto del país no hubieran más ciudades y capitales de estado, pero sabía que allí también tendría efecto la división que él estaba haciendo. Sin siquiera sospechar a donde los llevaba Chávez, el pueblo, la clase baja como lo definía él, eufórico lo aplaudía; ellos elegirían todos los altos cargo desde concejales, diputados, alcaldes, gobernadores, hasta llegar al propio Presidente de la República, y todos deberían obedecerles a ellos, al pueblo, por orden de la Constitución Bolivariana de Venezuela; la que ahora después de su muerte, la cúpula chavista dice que no sirve y hay que cambiarla.
Así, Hugo Chávez, supuestamente le entregaba el mayor poder del país, al “Pueblo” el poder de elegir a sus gobernantes y también destituirlos con un Referendo Revocatorio si no estaba contento con su desempeño.Hoy todos estamos claros que Hugo Chávez sabía muy bien lo que estaba haciendo, no lo engañó nadie, junto a Fidel Castro, él participo en la elaboración y ejecución de aquel maquiavélico proyecto; trampa mortal para el “Pueblo”, pueblo al cual al final le clavaría el puñal matándolo de hambre y miseria, al mismo pueblo al cual él prometió darle poder, bienestar, alegría, solvencia y libertad eterna, pero que entregó esclavo como en tiempos de los barcos negreros, a esa isla del caribe subyugada por los Castro.Todo era un cuento elaborado desde los años cincuenta por el psicópata y genocida Fidel Castro, lleno de tergiversaciones y falsedades que el pueblo no era capaz de descubrir y quienes lo podían hacer estaban embelesados haciéndose ricos y absorbiendo poder. A mi entender a ese conjunto de mentiras no se puede llamar proyecto por la cantidad de distorsiones que de la realidad hace, por eso sólo se le puede dar el nombre de “Cuento” y asignarle el calificativo de “Terror” sí, “Un Cuento de Terror” por los resultados tan funestos y trágicos que en la realidad han arrojado.Jaime Betancourt. @JaimeBetancurt
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