Reja en la escala del Furacón
Esta es la trampa que se encontraron este año los salmones que intentaron llegar a los tramos altos del Río Nalón para desovar. Ningún pez pudo pasar, una reja situada en la escala del Furacón se lo impidió. Todos los que llegaron hasta aquí, después de sobrevivir dos años en el mar y remontar el río, fueron capturados para su traslado a una piscifactoría. Sólo se retiró la barrera a finales de diciembre, cuando ya no subían salmones y los desoves naturales prácticamente habían finalizado en nuestros ríos.
Entrada de la escala de la Presa del Furacón
La escala salmonera construida en en la presa del Embalse del Furacón (Trubia, Asturies) permitió a salmones y reos superar este obstáculo y acceder a zonas de freza a las que no llegaba desde que construyó en 1956. Gracias a la escala y a la recuperación de la calidad de las aguas del Nalón tras el cierre de los lavaderos de carbón, en el año 2002 se confirmó la presencia de juveniles de salmón en el Río Trubia, sin que se hubieran realizado sueltas, lo que demostraba la capacidad de la especie para recolonizar el río sin necesidad de repoblaciones. En el año 2008 varias decenas de peces desovaron bajo la presa del Machón (afortunadamente derribada este año) y varias parejas lo hicieron aguas arriba de Proaza.
El río Trubia podía haber sido un laboratorio natural perfecto para estudiar la recolonización de la especie. Sólo hubiera sido necesario vedarlo a la pesca y dejar que la Naturaleza siguiera su curso, sin ninguna intervención humana, sin repoblaciones ni manipulaciones artificiales.
Esto es lo que le espera a los salmones capturados en la escala
Pero no fue así, la instalación de la reja en la presa del Furacón ha impedido a los Salmones desovar en el Trubia. De nada ha servido demoler la presa del Machón en junio del año pasado. Ningún salmón ha llegado hasta allí. Los salmones que lo han intentado han sido capturados, metidos en una cuba y transportados hasta una piscifactoría donde fueron desovados artificialmente. Lo mas triste de todo es que cada vez hay mas pruebas científicas de que las repoblaciones no sólo son un fracaso, sino que pueden significar un problema añadido a la delicada situación por la que pasa la especie.
Esto es lo que estarían haciendo si los hubieran dejado pasar la escala
¿Por qué no dejamos a los salmones en paz?¿Por qué no los dejamos reproducirse como llevan haciéndolo desde hace millones de años?¿Por qué no se declara de una vez por todas al Salmón Atlántico como especie "en peligro de extinción?
Si se contínua con la política actual, agravada con la nueva normativa de pesca aprobada el año pasado, dentro de menos de 10 años ya no veremos salmones salvajes en nuestros ríos. Pero los causantes de esta pérdida irreparable encontrarán otros culpables, hablaran de cormoranes, garzas y nutrias. Pero ya será demasiado tarde.