La trata de personas que consiste en “la captación, transporte, traslado, acogida de personas ya sea dentro o fuera de las fronteras de un país, recurriendo a la amenaza y al uso de la fuerza u otras formas de coacción para obtener el consentimiento de la persona y la autoridad sobre ésta con fines de explotación”, afecta mayoritariamente a mujeres y niñas que son utilizadas como mercancía para la explotación principalmente sexual. Más del 94% de la trata que ocurre en el mundo corresponde a mujeres, cifra que evidencia una forma más de violencia de género.
Chile no es un país ajeno a esta realidad, según Sonia Lahoz de Punto Focal Chile de la Organización Internacional de Migraciones (OIM), nuestro país ya no sólo es tránsito sino que también “nos estamos dando cuenta que Chile es un país de destino” para el tráfico de personas destacó Sonia. Lugares como Arica, Iquique, Puerto Montt y Punta Arenas están siendo actualmente lugares de trata.
La legislación nacional contempla en el código penal un artículo sobre trata, pero sólo considera la trata internacional y con fines de comercio sexual, excluyendo los distintos tipos de trata como la laboral. Tampoco hay estadísticas o investigación social que dé cuenta del problema a nivel de lo que está ocurriendo dentro del país.
Según Denisse Araya, directora de la ONG Raíces la trata “no es un problema emergente”, esta ONG lleva 11 años investigando y denunciando esta compleja y grave violación a los derechos humanos de personas inmigrantes que en la búsqueda de mejores condiciones de vida, y en situaciones de vulnerabilidad, sufren maltrato físico, sicológico y de aislamiento cuando son captadas por los tratantes quienes desarrollan y movilizan estas redes delictivas. Muchos medios de comunicación encubren estas prácticas de abuso, actuando como cómplices de estas redes, “es cosa de abrir la tercera y ver los avisos económicos”, puntualizó Denisse.
La trata puede realizarse con el consentimiento de la persona o, bajo engaños y artilugios que suelen ilusionar a las víctimas con promesas de un trabajo digno y posibilidades de estudios. En el caso de las mujeres cuando entran a estas redes se ven atrapadas “porque la relación siempre va a continuar porque el tratante sigue profitando, y la mujer no puede soltarse de la situación en la que está”, explicó Denisse.
La región Mercosur cuenta con marcos jurídicos como el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños, Chile lo ratificó, sin embargo no se ha logrado una tipificación que aborde el delito específico de la trata con toda su gama de complejidades.
El Programa Mercosur Social y Solidario (PMSS), ejecutado por ECO Educación y Comunicaciones junto con SEDEJ (Servicio para el Desarrollo de los Jóvenes) ha focalizado sus esfuerzos en realizar un trabajo desde la Sociedad Civil con perspectiva de género en el abordaje de la trata de personas. Para ello están en alianza con SOL (Solidaridad y Organización local). En este marco se llevó a cabo un Taller de Capacitación que tuvo por nombre “Fortaleciendo capacidades para la prevención de la trata de personas en la región MERCOSUR”, entre el 28 y 29 de julio, con la finalidad de iniciar un proceso que involucre a las organizaciones de la sociedad civil en la visibilización, sensibilización y denuncia de la trata de personas.
Ana María Órdenes de SOL expresó que “la trata es una de las formas más crueles de violencia contra las mujeres, porque es la esclavitud sexual.”
Por Vanessa Naranjo Inostroza
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La Ciudad de las DiosasImagen: Medio a Medio
Revista En Femenino
La trata de personas, otra forma más de violencia contra las mujeres
Publicado el 07 agosto 2010 por Daniela @lasdiosasSus últimos artículos
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