Revista Libros

"LA TRILOGÍA DEL BAZTÁN" de Dolores Redondo

Publicado el 30 agosto 2015 por Marianleemaslibros
La trilogía del Baztán son una serie de tres novelas protagonizadas por la inspectora de homicidios de la Policía Foral de Navarra, Amaia Salazar. Amaia regresa a Elizondo, para investigar varios casos de asesinatos y enfrentarse de una vez por todas a los fantasmas de su infancia.
"El asesino era capaz de reproducir una y otra vez el mismo crimen en diferentes víctimas. No era espontáneo, no cometía errores chapuceros de oportunista eligiendo víctimas al azar o según las brindaba la oportunidad.
Matarlas sólo era un paso más de los muchos que debía dar para completar su puesta en escena, su plan maestro, su fantasía psicosexual, que se veía arrastrado a repetir una y otra vez sin que su sed se calmara jamás, sin que sus expectativas se colmaran.
Debía personalizar a sus víctimas para hacerlas formar parte de su mundo, para vincularse con ellas y así hacerlas suyas mucho más allá de la mera posesión sexual"En este primer libro de la saga, Amaia investiga el llamado “caso del Basajaún” (ser místico de la mitología vasco-navarra protector del bosque y preservador de la pureza. Un homínido de unos dos metros y medio de alto, con anchas espaldas, larga melena y pelo por todo el cuerpo al que se le atribuyen cualidades mágicas).
Varias niñas han aparecido estranguladas con un cordel y abandonadas a lo largo de los márgenes del río Baztán. Todas ellas sometidas a un curioso ritual de purificación, con  el vello púbico rasurado, las manos dispuestas en actitud virginal vueltas hacia arriba, y  un txatxingorri (pastelito dulce típico de la zona) sobre la pelvis.
Amaia sentía en aquel bosque presencias tan palpables que resultaba fácil aceptar una cultura druida, un poder del árbol por encima del hombre, y evocar el tiempo en que en aquellos lugares y en todo el valle la comunión entre seres mágicos y humanos fue religión

"Un buen detective de homicidios no tiene una mente simple, y sus procesos mentales no pueden serlo. Pasas horas intentando comprender la mente de un asesino, cómo piensa, qué desea, cómo siente. Después vas al depósito y esperas frente a su obra, aguardando a que el cadáver te cuente por qué, porque sabes que en el momento en que sepas cuál es su motivación tendrás una oportunidad de atraparle.
Pero la mayoría de las veces el cadáver no es suficiente, porque un cadáver es sólo un envoltorio roto y quizá durante demasiado tiempo las investigaciones criminalísticas se han centrado más en intentar descifrar la mente criminal que en la propia víctima.
Durante años, se ha considerado al asesinado poco menos que el producto final de una obra siniestra, pero la victimología se abre paso demostrando que la elección de la víctima nunca es casual”Han pasado nueve meses y una Amaia embarazada y feliz tiene que hacer frente esta vez al “caso del Tarttalo” (ser mitológico navarro que representa a un cíclope caníbal).
Varios autores confesos de crímenes machistas ya cerrados y archivados, se han suicidado y dejado una nota dirigida a la propia inspectora, con una única palabra: “Tarttalo”. Además, todas las víctimas han sufrido misteriosas amputaciones de miembros después de ser asesinadas.
Al mismo tiempo, a Amaia le asignan también la investigación de las profanaciones de unas iglesias en las que aparecen los huesos de unos cuantos bebés.
A partir de ahí, varios sucesos terribles van saliendo a la luz, sucesos que además están íntimamente ligados a la inspectora.
El mal existe y está en el mundo. No es una novedad que existen personas malvadas; no locos, ni trastornados, sólo personas crueles, despiadadas, que disfrutan causando dolor a sus semejantes. El mal influye en estas personas y su comportamiento, y sus enfermedades mentales no son tan sólo enfermedades como en los demás, sino el caldo de cultivo perfecto para el mal. En estos individuos es el mal lo que causa la enfermedad mental y no al revés.

"No hace falta que lo hayas vivido antes para reconocerlo, no es necesario. Hay un instante, un hecho, un gesto, una llamada, una palabra que lo cambia todo.
Y cuando ocurre, cuando llega, cuando es pronunciada, rompe el timón con el que habías creído gobernar tu vida y arrasa los ilusos planes que habías ideado para el mañana mostrándote la realidad.
Que todo lo que parecía firme no lo era, que todas las preocupaciones de la existencia son absurdas, porque lo único absoluto y total es el caos que te obliga a doblegarte sumiso y humillado bajo el poder de la muerte”.El punto final de la trilogía del Baztán:  “el caso del Inguma” (un demonio que inmoviliza a los durmientes, se bebe su aliento y les arrebata la vida durante el sueño).
En esta ocasión, la muerte súbita (también conocida como “muerte de cuna”) de una niña en Elizondo y el intento por parte del padre de llevarse el cadáver, les resulta sospechosa al equipo de homicidios de Amaia Salazar.
Las investigaciones irán evidenciando un rastro a lo largo de todo el río de muertes en similares circunstancias, algunas cercanas y otras muy lejanas en el tiempo.
¿Cuál será el auténtico origen de los sucesos acaecidos en el valle de Baztán? Dolores Redondo nació en San Sebastián, en 1969. Estudió Derecho y Restauración y comenzó su andadura en el mundo literario escribiendo relatos cortos y cuentos infantiles.
En 2009 publicó su primera novela, “Los privilegios del ángel” y en enero de 2013 publicó “El guardián invisible”, el primer volumen de la Trilogía. En noviembre del mismo año, publicó la segunda parte "Legado en los huesos", seguida en noviembre de 2014 con "Ofrenda a la tormenta", la novela final de la saga Baztán.
La autora ha conseguido vender más de 400.000 ejemplares y ha conseguido que sus libros sean traducidos a más de 15 idiomas.
El director de la saga Millennium de Stieg Larsson, ha decidido llevar la primera novela de la trilogía a la gran pantalla. Será dirigida por Fernando González Molina y parece que verá la luz en 2016.
Comencé esta saga, sobre todo movida por una gran curiosidad y con unas expectativas quizás demasiado altas. Todo el mundo hablaba de ella en la biblioteca, todo el mundo te contaba maravillas y te la recomendaba.
Cuando esto ocurre, es frecuente que la obra en cuestión me defraude, que me lleve un chasco. Pero esta vez, eso no ha pasado.
Algo que me ha cautivado ha sido el entorno donde se desarrolla la trama, tan bien descrito por la autora que hasta podía cerrar los ojos y teletransportarme a Elizondo, recrear en mi mente sin ningún esfuerzo ese valle mágico, escenario ancestral de magia negra y actos de brujería. Esos bosques de cuento de hadas donde habitan gnomos, elfos, basajaúnes, tarttalos, ingumas y demás seres protagonistas legendarios de las leyendas y creencias de la mitología vasco-navarra.
“Es uno de los lugares más bellos que conozco, uno de esos sitios en los que se puede sentir la comunión entre la naturaleza y el ser humano, un lugar donde encontrar razones de peso para recuperar cierta fe. Sin embargo, o quizá por eso mismo, pareciera que algo obsceno se refugia allí, algo sucio y maligno”

Los personajes también me han llegado. He conseguido empatizar completamente con Amaia, con sus miedos de infancia y no tan de infancia. He podido sentir su ya adulto desasosiego al soñar con muertos inclinándose sobre su cama, con guardianes del bosque o señoras de la tormenta.
“El estrés postraumático es un asesino dormido. A veces permanece en estado latente durante meses, incluso años después de producirse la situación traumática que lo originó. Una situación real en la que se corrió peligro real. Pero hoy hasta podía imaginar un mundo en el que los fantasmas del pasado no la visitaran por la noche, un mundo en el que pudiera abrirse a James como debía, un mundo en el que los espíritus caprichosos de la naturaleza torcían la cola de las estrellas para iluminar su destino”.

Su pánico cada vez que recordaba esa frase, la frase que su madre pronunciaba a los pies de su cama cada coche.
“Duerme pequeña zorra. La ama no te comerá hoy”

En uno de los capítulos de “El guardián invisible”, la autora revisa los asesinos en serie más conocidos de todos los tiempos, desde el primero considerado “Jack el destripador”, pasando por el “estrangulador de Boston” y Charles Manson, que asesinó a la esposa de Roman Polanski y era miembro de una secta satánica (lo desconocía y me ha parecido curioso). O el “asesino del zodiaco” que, tras treinta y nueve víctimas desapareció sin que nunca se volviera a saber de él y el caso de Jeffrey Dahmer, inspirador del personaje de Hannibal Lecter en “El silencio de los corderos”, que después de asesinar y descuartizar a sus víctimas se las comía.
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
Sí, la trilogía me ha encantado, quizás no tanto como a la mayoría que la ponen por las nubes, para variar, pero la he disfrutado. 
La forma de escribir de Dolores Redondo también me convencido, aunque habrá que esperar a sus próximas obras, yo me atrevo a augurarle un futuro exitoso en el mundo novelístico.
Respecto a cúal de los tres me ha gustado más, quiero recalcar algo que a mi parecer hace a esta saga más valiosa: el segundo no decae ni en calidad, ni en cuanto a su capacidad de adicción respecto al primero. Y mi preferido, el que más me enganchó, sin duda el tercero y último. Todo resuelto, todo bien cerrado,sin hilos sueltos.
Me ha gustado especialmente unas notas de la autora al final de "Ofrenda a la tormenta", que nos cuenta cómo y de qué manera surgieron las ideas para escribir esta historia. Nos explica que el germen fue una breve y siniestra noticia en la prensa rodeada de mutismo y de silencio, que le impactó profundamente:  el crimen ritual de un bebé de 14 meses en un caserío de Navarra. Los propios padres le habían entregado como sacrificio, haciendo desaparecer después el cadáver y uniéndose al riguroso pacto de silencio de todos los miembros de la secta. La niña se llamaba Ainara y hoy día, la investigación en torno a su muerte continúa abierta bajo secreto de sumario. Dolores Redondo visitó la población donde vivió su corta vida, buscó cualquier referencia al crimen y consiguió entrevistarse con el responsable de aquella investigación, tejiendo una historia basada en aquella noticia, en un puñado de datos y muchas suposiciones. Interesante ¿verdad?
Ni que decir tiene que os las recomiendo, porque el argumento abarca un poco de todo, temas muy variados y que pueden resultar atractivos para la mayoría de los lectores: mucho suspense con toques místicos, personajes interesantes con pasados tormentosos, la maternidad, las viejas rencillas familiares, la verdadera amistad, el dolor lacerante ante la pérdida de alguien querido, la caducidad del amor en el matrimonio, la infidelidad.
Y te lleva a reflexionar ante la existencia del mal, los límites, las fronteras entre la locura, la enfermedad mental y la maldad inherente del ser humano.
Porque...
El mal existe y está en el mundo. No es una novedad que existen personas malvadas; no locos, ni trastornados, sólo personas crueles, despiadadas, que disfrutan causando dolor a sus semejantes. El mal influye en estas personas y su comportamiento, y sus enfermedades mentales no son tan sólo enfermedades como en los demás, sino el caldo de cultivo perfecto para el mal. En estos individuos es el mal lo que causa la enfermedad mental y no al revés

Mi puntuación máxima ésta vez:

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