Egipto parece recoger los frutos de la intensificación de sus esfuerzos arqueológicos en un decidido intento de recobrar las tasas de turismo de décadas pasadas. Y es que acabamos de conocer por boca del ministro de Antigüedades egipcio, Jaled al-Enany, el descubrimiento de la tumba mejor conservada de los últimos tiempos. Se trata de la tumba del sumo sacerdote Wahtye, correspondiente a la era del faraón Nefer-Ir-Ka-Re de la dinastía faraónica V.
La tumba data del 2500-2300 a.C. y cuenta con más de 4.400 años de antigüedad. Se halla ubicada en el valle de Saqqara, al oeste de las afueras de El Cairo, un lugar excepcionalmente prolijo en yacimientos arqueológicos, dado que precisamente este descubrimiento viene de la mano de una expedición que analizaba una necrópolis de animales y que en noviembre halló 7 nuevas tumbas, 4 de las cuales tienen más de 6.000 años de antigüedad. No en vano, desde 1979 las pirámides de Saqqara, junto a las de Guiza, Abasir y Dashur fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco bajo el nombre de “Menfis“.
La tumba de Wahtye está a 10 metros de profundidad y tiene 3 metros de ancho. Alberga un total de 45 estatutas, talladas en madera, que representan al propio sacerdote y a sus familiares. Los frescos, excepcionalmente bien conservados, relatan en vivos colores distintas escenas como, por ejemplo, la fabricación de la cerámina o del vino, instantáneas religiosas o la navegación de los barcos.
Los trabajos arqueológicos no cesan, con lo que no es de extrañar que pronto tengamos noticia de otro nuevo descubrimiento. Su espléndido legado histórico y cultural no dejará de sorprendernos, ¿no crees?