En la obra "Juyungo": historia de un negro, una isla y otros negros, novela
del escritor ecuatoriano Adalberto Ortiz, se cuenta lo ocurrido a un
muchachito esmeraldeño que fue enviado a recoger unas gallinas.
Y es que, según el relato, era eso de las cinco de la tarde, hora de oración,
cuando se envió al muchacho a recoger a unas cuantas gallinas que andaban
dispersas por los contornos.