La UE aplica actualmente un gravamen del 10% a todos los automóviles importados, independientemente de su procedencia.
China advierte a las autoridades europeas de que no sigan adelante con sus planes
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China ha alzado la voz en un intento de disuadir a la Comisión Europea de seguir adelante con sus planes, que considera "proteccionistas".
"China insta a la Unión Europea a detener la investigación lo antes posible para no perturbar la cooperación económica y comercial entre China y la UE, y la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro", declaró el jueves el portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Mao Ning.
"Si la UE insiste en continuar con la investigación, China no se quedará de brazos cruzados. Tomaremos todas las medidas necesarias para salvaguardar, con firmeza, nuestros legítimos derechos e intereses", añadió.
La Cámara de Comercio China ante la UE (CCCEU) señaló anteriormente que, si los aranceles adicionales siguen adelante, el país asiático podría tomar represalias elevando sus aranceles sobre los vehículos importados de gran cilindrada hasta un máximo del 25%, lo que afectaría a algunos fabricantes de automóviles europeos que dependen del mercado chino.
La Comisión Europea calcula que marcas chinas como BYD, Nio y Xpeng ya han captado el 8% del mercado europeo de coches eléctricos, frente al 4% en 2021, y podrían llegar al 15% en 2025 si la tendencia continúa su marcha y no registra interrupciones.
Un informe de Rhodium Group indica que las importaciones en la UE de vehículos eléctricos fabricados en China han pasado de 1.600 millones de dólares (unos 1.500 millones de euros) en 2020, a 11.500 millones de dólares (unos 10.600 millones de euros) en 2023. El informe prevé la imposición de aranceles en la "horquilla del 15% al 30%", pero advierte de que las marcas chinas tienen margen suficiente para ajustar sus precios y resistir el aumento.
En cambio, la Administración estadounidense ha anunciado recientemente una subida del 100%, lo que presiona a Bruselas para que adopte una postura más firme.
Los aranceles de la UE contra China redirigen el comercio de vehículos eléctricos por valor de casi 4 mil millones de dólares
Si la UE impusiera un arancel del 20 por ciento a las importaciones de automóviles eléctricos chinos, como se especula, tendría un impacto notable en el comercio bilateral y la producción en Europa. El volumen de coches eléctricos importados de China caería un 25 por ciento. En comparación con los casi 500.000 vehículos importados en 2023, esto corresponde a unas 125.000 unidades por un valor estimado de casi 4.000 millones de dólares. La caída se vería compensada en gran medida por un aumento de la producción dentro de la UE y un menor volumen de exportaciones de vehículos eléctricos, lo que probablemente significaría precios notablemente más altos para los consumidores finales. Así lo demuestran las simulaciones del Instituto Kiel.
"En vista de las prácticas de subsidios de China, es correcto que la Comisión de la UE se reserve el derecho de imponer aranceles en respuesta. Es importante que la autoridad de la Comisión no se vea socavada por estados miembros individuales debido a intereses particulares, porque una UE dividida es un país débil UE", afirma Moritz Schularick , presidente del Instituto Kiel.
Las simulaciones realizadas por el Instituto Kiel muestran que los aranceles de la UE del 20 por ciento sobre los vehículos eléctricos chinos darían lugar a cambios comerciales notables. Entonces ya no se importarían vehículos eléctricos por valor de unos 3.800 millones de dólares a la UE desde China, lo que también podría afectar a los fabricantes de automóviles alemanes que producen en China. Es probable que las ventas de vehículos eléctricos de producción nacional en la UE aumenten casi en la misma cantidad, es decir, 3.300 millones de dólares. Sin embargo, sólo una parte de este crecimiento será cubierta por una mayor producción dentro de la UE. Es probable que vehículos por valor de alrededor de mil millones de dólares pasen de la exportación a las ventas internas. Los cálculos no incluyen una reacción de China, pero es de esperar dada la magnitud de los efectos.
"Para los consumidores, esto probablemente se traducirá en un aumento de los precios de los vehículos eléctricos, ya que la producción dentro de la UE es mucho más cara que en China debido a los mayores precios de la energía y los materiales y, sobre todo, a unos costes laborales significativamente mayores", afirma Julian Hinz , un Investigador comercial en el Instituto Kiel.
"Sin embargo, no es de ninguna manera una conclusión inevitable que los fabricantes de automóviles europeos llenarán el vacío; los fabricantes chinos como BYD también podrían satisfacer la demanda local con nuevas plantas en Europa".
Si China exporta menos vehículos eléctricos, la demanda de insumos para la producción de la UE también caerá. Las exportaciones de la UE a China en el segmento de "vehículos de motor y repuestos", por ejemplo, probablemente caerán un 0,6 por ciento o 237 millones de dólares como consecuencia de los aranceles. En total, las exportaciones de la UE a China caerían en más de 600 millones de dólares sin que China hubiera respondido con sus propias medidas arancelarias.
Las simulaciones se basan en el modelo KITE del Instituto Kiel . Los resultados muestran los efectos comerciales de mediano a largo plazo que surgen de manera permanente una vez que se han establecido nuevas estructuras comerciales y cadenas de suministro. En el modelo no se tienen en cuenta las distorsiones a corto plazo. Vía Euronews
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