Afortunadamente, la presión ejercida por las principales asociaciones de comercio electrónico en Europa ha logrado frenar algunas de las normas incluidas el borrador de directiva sobre Derechos de los Consumidores, al menos en cuanto a plazos y gestión de devoluciones de artículos. De este modo, el coste de devolución podrá ser asumido por el comprador en aquellos productos de importe superior a 40 euros y siempre que esté especificado en el acuerdo de venta.
En marzo, Bruselas comenzó a trabajar en una serie de medidas para reforzar la protección de los derechos de los consumidores en comercio electrónico. El proyecto incluía todas las formas de ventas, ya sean a distancia, por teléfono, televisión, correo, a domicilio o en la tienda, pero afectaba especialmente al comercio electrónico.
Las discrepancias se hicieron más relevantes en lo relativo al aumento del plazo para devolver productos comprados en Internet. El plazo se fijaba en 14 días (actualmente siete en la mayoría de los países europeos, incluída España), tiempo en el que el consumidor podría retornar el producto al vendedor sin penalización.
Como decíamos, por fortuna parece que las discrepancias se han reencauzado.