Revista Sociedad
La prohibición a partir de hoy lunes de la comercialización y exportación de mercurio en el seno de la UE perjudica directamente a la empresa Minas de Almadén cuya facturación por venta del metal supone el 90% de sus ingresos y para la que Bruselas no ofrece "compensaciones".
Para el presidente de Minas de Almadén y Arrayanes S.A. (Mayasa), Eduardo Martínez, la decisión de la UE es una medida "injusta que no tiene ningún tipo de compensaciones" y aún no entiende "por qué se prohíbe exportar el mercurio y no se prohíben las importaciones".
Eso es algo que Martínez considera "poco razonable" y no termina con la problemática de las emisiones de compuestos mercuriales a la atmósfera "que son las verdaderamente perjudiciales para la salud".
Martínez recuerda la paradoja que supone no vender mercurio desde Almadén cuando éste existe en las lámparas de bajo consumo que hoy se instalan para ahorrar energía "así como en los combustibles de nuestros automóviles o en una gran cantidad de vacunas que seguiremos administrando a partir del 16 de marzo".
"También está en el proceso industrial para producir el cloro del agua que bebemos" sin que haya aplicado ninguna medida para contrarrestarlo.
"Solo sé que nosotros no podemos venderlo en su estado metálico a los clientes de fuera de la Unión Europea que sustentan la economía de esta empresa y de esta comarca", afirma.
"Queremos pagar las nóminas de nuestros empleados y seguir acometiendo proyectos tanto en la recuperación medioambiental de la zona o de su patrimonio cultural", agrega Martínez que dice que no hay otra que acatar completamente la medida.
No obstante, confía en que se compense económicamente a la zona "como la Unión Europea hace con la pesca, en las cuencas mineras del carbón o con la PAC de los sectores ganaderos o agrícolas".
A este respecto, el director general de Calidad y Evaluación Ambiental, Jesús Huertas, dijo a Efe en Madrid, en una entrevista difundida el pasado viernes, que España trabaja para convertir las milenarias minas de Almadén en el almacén del mercurio excedente de la Unión Europea.
Mayasa, una empresa pública de la SEPI, comenzó en 2008 a través del proyecto Life de la UE una investigación para el desarrollo de distintas técnicas para la estabilización, inertización y almacenamiento seguro del mercurio.
La primera se basa en el almacenamiento en unas esferas de acero, que está ya ensayada y "ha dado muy buenos resultados, y tiene casi total garantía de seguridad", afirmó Huertas.Con la segunda técnica se transforma el mercurio en un metal sólido, inerte y no contaminante, mediante la combinación de mercurio, zinc y un polímero, de forma que se obtiene un bloque sólido que "no tiene ningún efecto contaminante".
Según este directivo, el mercurio almacenado no tiene ninguna peligrosidad, ninguna emisión.El cementerio de mercurio no sólo supondría una reactivación económica de la zona, sino que tiene también su vertiente estratégica, ya que, según Huertas, si en el futuro, dentro de 20, 50 ó 100 años se necesita para otro uso, el mercurio está ahí.
Por todo ello, indicó que España está planteando ser el referente internacional en el almacenamiento seguro del mercurio, sobre todo a los Estados miembros de la UE, pero también para otros países que están eliminando progresivamente el mercurio.
Este metal tiene una virtualidad que no tienen otros metales y es que por su densidad "todo el mercurio de Europa cabría en dos habitaciones de una nave", señaló Huertas.
Martínez afirma también que Mayasa es la única capacitada, por tecnología, experiencia y desarrollo de eliminar el mercurio de todos aquellos instrumentos y compuestos donde se encuentra "pero ahora no nos permiten hacerlo".
Así, se pregunta ¿quien eliminará el microgramo de mercurio que se encuentra en las lámparas de bajo consumo con el grandísimo coste que ello supone?, a lo que se responde que el metal "seguirá existiendo en el seno de la Unión".
"Sobre todo en nuestra atmósfera" porque las empresas petroquímicas hoy siguen vertiendo compuestos gaseosos con gran contenido de mercurio en nuestros cielos "sin prohibirles nada".
Un tercio del metal líquido consumido por la humanidad a lo largo de su historia ha salido de las entrañas de Almadén, pero a partir de ahora ya no habrá ni una sola propuesta que permita compensar el sacrificio de los mineros del mercurio ni el sufrimiento de sus familias.
Fuente: abc.es