La Fundación Vivo Sano ha presentado el documental La letra pequeña, una cinta de 75 minutos en la que se explica en profundidad qué son los disruptores endocrinos y sus efectos en la salud de personas y animales. Éstos, son sustancias químicas industriales con las que estamos en contacto todos los días a través de cosméticos, productos de aseo personal, de limpieza del hogar, ambientadores, latas y recipientes de comida, plásticos, material de decoración o componentes electrónicos.
Estas sustancias alteran nuestro sistema hormonal y pueden llegar a causar diabetes, obesidad, infertilidad, cánceres hormonodependientes (mama, próstata, testículo), problemas cardiovasculares, alteraciones en el desarrollo neurológico y cerebral y trastornos del comportamiento, entre otros. Sí, llevamos días publicando sobre la hiperactividad en los niños y aquí hay una clave.
El Parlamento Europeo ha exigido a la Comisión Europea que limite la utilización de los disruptores endocrinos atendiendo al aumento “significativo” del número de pacientes que sufren enfermedades relacionadas con trastornos hormonales y reproductivos. Las autoridades concluyen que los alteradores endocrinos deben calificarse como sustancias extremadamente preocupantes en el marco del Reglamento REACH que regula la utilización de las sustancias químicas.
Vivo Sano promueve una campaña, dirigida por mi amigo el periodista Carlos de Prada, que por fin comienza a recoger sus frutos. Se llama Hogar sin tóxicos. Se han centrado en pedir la retirada del mercado del bisfenol A, uno de los alteradores endocrinos más comunes. El Bufete Almodóvar & Jara somos la referencia en materia jurídica de la misma.