Una propuesta legislativa será presentada en junio por parte de la Comisión Europea (CE) para introducir en el conjunto de la Unión Europea (UE) un cargador universal que facilite la armonización de uso y tenga en cuenta la gestión de los residuos electrónicos.
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“De aquí al final del verano (boreal) vamos a presentar una propuesta legislativa para conseguir un cargador universal”, declaró este jueves el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, ante la comisión parlamentaria competente de la Eurocámara.
El político francés, que en el pasado fue máximo responsable de empresas tecnológicas como Thompson o France Télécom, señaló que el cargador único tiene “una importancia especial” para él.
“Mi objetivo no es únicamente trabajar en una interfaz para un cargador común, sino también medidas adicionales sobre la gestión de los residuos electrónicos”, explicó Breton sobre estos productos que generan 51.000 toneladas de desechos cada año, según datos del Parlamento Europeo.
El funcionario puso así fecha a un compromiso que la Comisión había indicado que se daría a conocer en julio de 2020 pero que se retrasó un año por la pandemia y se esperaba para el primer trimestre de 2021.
El asunto del cargador universal para teléfonos inteligentes y aparatos similares, como tabletas, lleva en el aire desde 2009.
Por entonces había unos 30 modelos en el mercado y la Comisión Europea y los principales fabricantes de móviles en Europa -incluidos Apple, Nokia, Samsung, Sony o LG, entre otros- firmaron un acuerdo voluntario para armonizarlos.
Esto permitió reducir el número de modelos, de modo que ahora mismo en el mercado europeo hay tres tipos principales de cargadores: el USB 2.0 Micro B, el USB C y el sistema Lightning, que utilizan exclusivamente los dispositivos de Apple.
Sin embargo, el acuerdo entre la industria expiró en 2014 y la Eurocámara pidió ya entonces a la Comisión que adoptara una regulación vinculante para desarrollar un único cargador. Pero la iniciativa nunca llegó a ver la luz.
La Eurocámara adoptó en enero de 2020 una resolución reclamando al Ejecutivo la introducción de este cargador estándar.
Por su parte, y pese al aparente beneficio que tendría para los usuarios, los fabricantes se resisten a adoptar un modelo único, en particular Apple, cuyos cargadores solo pueden usarse con aparatos de su marca.
En una consulta pública sobre el tema hecha por la Comisión a principios de 2019, el gigante de la informática defendió que las regulaciones que armonicen los conectores de los teléfonos “congelarán la innovación más que impulsarla”.
Apple asegura que quiere evitar que una nueva legislación obligue a enviar más cables o adaptadores externos con cada dispositivo o deje obsoletos los de aparatos que ya usan millones de consumidores, lo que “resultaría en un volumen de desechos electrónicos sin precedentes y grandes inconvenientes para los usuarios”.
El fabricante estadounidense aboga por que sea la industria la que coopere, sin necesidad de legislar.
La propuesta legislativa de la Comisión sería un paso hacia ese cargador único, si bien el texto legislativo final debe negociarse con los veintisiete Estados miembros y con el Parlamento Europeo.