Revista Opinión

La uf, un crimen de lesa humanidad

Publicado el 12 abril 2019 por Carlosgu82

Chile es uno de aquellos países que pareciera haber resurgido de pronto de la marginación. En el censo del año 70, donde se censo 1.715.937 hogares, sólo 96.111 tenía refrigerador, apenas el 5,6%.  Para el año 82, se censo a 2.446.653 hogares y un 49, 13% poseía uno, así fue aumentando la cifra hasta hoy, en que prácticamente todos los hogares cuentan con uno.

Lo mismo con los autos, las casas, computadores, etc.., pero a qué costo?

Cualquiera que viene de visita a este país por un lapso mayor al de unas simples vacaciones, podrá darse cuenta del estrés en el que estamos sumidos diariamente.

El día del chileno común y corriente comienza prácticamente a las 6 de la mañana, hora en donde toda la familia corre y uno de los padres debe llevar a los hijos al colegio para luego pasar al trabajo, tanto el padre como la madre trabajan, después vienen las  actividades extraprogramáticas de los niños y vuelta con las carreras, porque el tiempo no alcanza, también se suma que ya muy pocos cuentan con una persona que ayude con los quehaceres de la casa porque no les alcanza el dinero.

Son pocos los afortunados que llegan temprano a su casa por las tardes, la mayoría lo hace después de las 20 horas e incluso más.

Están los que trabajan apatronados y los independientes, estos últimos son los que más trabajan y por ende pasan muy poco tiempo en sus hogares.

Toda esta carrera, entre trabajo, colegios e intentar ganar más dinero, se ve reflejado en las actitudes del diario vivir, especialmente en el grado de agresividad, todo el mundo pareciera andar enojado, especialmente mientras conducen y cómo todos van siempre apurados, es obvio que el resultado es la de miles de accidentes de tránsito diariamente, en el 2017 hubo 94.879 accidentes en el país, ósea, casi 8.000 accidentes diarios  y un total 1.483 fallecidos.

Si consideramos que Chile sólo tiene 18, 05 millones de habitantes, la cifra de fallecidos pareciera ser para un análisis profundo de parte de las autoridades, en especial si la comparamos con otros países como España, que posee 46, 53 millones de habitantes y el 2017 tuvo 1.200 fallecidos.

Además existe un severo aumento en casos de depresión y otras patologías, todo producto de la angustia que el chileno medio debe soportar.  Por un lado Chile se ha convertido en un país extremadamente consumista, en el que los grandes Holding se han encargado de introducir toda una suerte de tarjetas de retail, farmacias, supermercados ferreterías, etc, por lo que las personas han caído en la desgracia de llenarse de ellas y lamentablemente muchos han perdido el control. Cuando se cae en comprar hasta el pan con una tarjeta, obviamente vives para pagar el pan y el asado que has comido el mes anterior, pero claramente algo no anda bien en este país y son los precios.

A veces imagino que los empresarios se despertaron una mañana y pensaron que todos los chilenos éramos huevones, por lo que pusieron precios a las cosas según sus antojos e hicieron cálculos de acuerdo a las utilidades que querían obtener  y no tomaron en consideración los sueldos del chileno promedio, pero lo más triste es que al parecer no estaban equivocados y sí somos huevones, porque la gente compra todo y nadie se detiene siquiera a pensar en que están siendo descaradamente robado, o al menos no se atreven a objetar para no ser considerado menos.

Uno de los más grandes robos del que somos víctimas los chilenos y casi podría ser integrado a los  crímenes de lesa humanidad, porque es un exterminio a pausa el que se hace con nosotros,  es la U.F., unidad de fomento y que ya lleva 50 años entre los chilenos,  la que de unidad no tiene nada, todo lo contrario, ya que ha sido la causante de desuniones de parejas y familias completas, yo solo la dejaría como fomento, fomento de la usura, el robo y la desfachatez de los gobiernos y que nadie me diga quien fue el gestor, porque los gobiernos posteriores hasta el de hoy en día la siguen manteniendo, por lo que todos son igualmente cómplices de esta sinverguenzura. Al parecer todo el  mundo olvidó que fue creada exclusivamente para sacar a Chile de la inflación, como una medida con plazo de expiración, pero la que al parecer iluminó al empresariado, por lo que fue adoptada rápidamente. Hoy en día cuando se compra un bien raíz en Chile, la víctima, perdón el chileno, debe pagar 2 intereses, uno es el que paga a través de la UF, la que va creciendo día a día a un promedio de 1 peso  o poco más diariamente,  además se le suma la tasa de interés que el banco impone, por lo que cuando la persona termina de pagar la casa, en realidad ha pagado 2 casas, pero solo tiene una.

Más grave aún es que hasta los créditos universitarios se pagan en unidades de fomento, por lo que de verdad me cuesta imaginar la vida de los profesionales en el futuro, con Universidades que se convirtieron en jugosos negocios, con escasez de empleos por la saturación de profesionales y con una mochila digna de refugiado.

Claramente bajas del avión y ves un Chile de fachada tiradita hacia arriba, buenos autos, muchas construcciones emergentes, pero poco a poco te vas dando cuenta del precio que pagamos para mantener esa careta, el alto costo de vida que debemos soportar a afectado incluso la convivencia entre las personas, existe una gran apatía, entendible por lo demás, cada quién lleva a cuesta el lastre de la sobrevivencia, por lo que el chileno debe levantarse cada día dispuesto a salir vivo de la batalla.


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