'La última cena' es uno de los cuadros más famosos de la historia del arte. Obra del insigne Leonardo da Vinci, realizada aproximadamente entre los años 1495 y 1498 se encuentra, a día de hoy, en la misma pared en la que resultó pintado originalmente, en el convento de Santa María del Grazie, en Milán. Con unas medidas de 4,6 metros de largo por 88 cm de ancho, representa a Jesús con sus doce apóstoles. Es seguro que todos los tengáis en mente, lo que es probable que no tantos sepáis, es que en una fachada muy céntrica de Madrid se puede ver una réplica de este cuadro. Concretamente en una de las caras del Oratorio del Caballero de Gracia, con acceso doble, desde Gran Vía y desde la vía del mismo nombre, la calle del Caballero de Gracia.
Este templo, del que ya os hablé hace tiempo en este post, es uno de los principales secretos de la Gran Vía, una iglesia de bella factura, que vive totalmente ajena al jaleo que se revuelve detrás de sus gruesos muros. Sus orígenes, los del oratorio original, se remontan a mediados del siglo XVII. Más tarde se encargaría al arquitecto Juan de Villanueva, autor de grandes obras como el Museo del Prado o la reconstrucción de la Plaza Mayor, el levantar una nueva versión de este oratorio, trabajos que se llevarían a cabo desde 1782, fecha de la colocación de la primera piedra, hasta 1795.
No obstante, aunque el Oratorio del Caballero de Gracia se inauguró en este año, los trabajos y reformas no terminaron ahí. La fachada principal, que en contra de lo que pueda parecer, es la que da a la discreta calle del Caballero de Gracia, no se concluyó hasta 1828 ya bajo las órdenes de Custodio Moreno. Es precisamente en ella donde nos espera el detalle curioso de Madrid que nos ocupa en esta ocasión. Una réplica en piedra del cuadro de La última cena, realizada por José Tomás y que se ubica bajo el ventanal que da luz al coro.
Esta llamativa particularidad pasa muy desapercibida por localizarse en la fachada que da a la calle del Caballero de Gracia. De mirar al otro lado no sería un secreto de Madrid y a diario recibiría decenas de fotografías. ¿La conocías?