Revista Opinión
Zapatero es todo un experto en satisfacer al PP. Y últimamente de la forma más absurda. Su última jugada maestra ha sido mandar al ex ministro Miguel Ángel Moratinos a Argel para rebajar la tensión en el Sáhara. Conviene recordar que Moratinos --al que no se le conoce actualmente ningún cargo oficial-- fue cesado por sorpresa hace unas semanas como ministro de Asuntos Exteriores (acuérdense de sus lágrimas) y puso en su lugar a Trinidad Jiménez. Con esta visita, que para colmo no fue anunciada por Presidencia del Gobierno, ZP desautoriza implícitamente a la ministra e invita a que se ponga en duda su validez al frente de tan importante ministerio. Desde luego toda la oposición tiene argumentos dabondo para meter caña y la prensa para sacar jugosos titulares. Como diría algún ex ministro de Exteriores, ¡manda huevos!