De joven pintó el típico rótulo de gambas en el cristal de un bar del barrio valenciano de Monteolivete. Ahora, ya jubilado, redibuja los rótulos históricos que perviven y fotografía por la ciudad. Podría parecer que la vida de Juan Nava es un gran círculo perfecto, pero es mucho más. Sigue leyendo, que despegamos.
Con él cerramos el ciclo de nuestra publicación PRINT y también el de esta sección que ha ido repasando en el blog las primeras experiencias de profesionales de la creatividad es ese espacio mágico donde se desarrollan las artes gráficas.
Pero en este caso, en lugar de preguntarle a Juan por su primera vez le hemos preguntado por su última experiencia en una imprenta… ¡¡Y las que le quedan!! Esto es lo que nos contó:
«Mi última vez en una imprenta, porque de la primera evidentemente no me acuerdo porque hace de eso muchos años, no es tal cual en una imprenta, pero sí que forma parte del proceso de trabajo de la misma, me refiero al encuadernado», comenta Nava.
«Siempre he tenido mucho interés en ver los procesos de los trabajos, porque considero que forman parte del mío, de su resultado final. Quiero saber qué posibilidades tengo, cuáles no; he ido a ferias de artes gráficas porque entiendo que hay que ver cosas que no conoces, incluso que no están a tu alcance… y tenía la deuda de ver cómo trabaja un encuadernador industrial. Al final, el encuadernador es el que tiene la última palabra de tu diseño. El impresor puede hacer un trabajo brutal y que se estropee todo si el encuadernador no ha sido muy fino».
Sobre su libro Letras recuperadas añade que «no tiene portada como tal y, como en algún sitio tenía que poner el título y el nombre del autor, solo nos quedaba el lomo. La única forma de poderlo resolver era con este tipo de encuadernación industrial. Tenía mucha curiosidad por verlo; que casasen todas las letras en cuadernillos diferentes me parecía muy complicado. Le dije a Dani (Matoses, de Impresum) que quería ir a ver el proceso, al menos el arranque, y fue un auténtico descubrimiento. Nos hicieron una primera prueba, que yo pensaba que iba a ser un desastre, y estaba perfecta».