De las 17 medallas obtenidas por españoles en Río, la mayoría mujeres, once las lograron nueve estudiantes de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), que los patrocinó a través del Comité Olímpico Español (COE).
Medio centenar de los 340 españoles que participaron en los JJ.OO. también son estudiantes de esa universidad fundada hace solo veinte años por José Luis Mendoza Pérez, antiguo misionero seglar del Camino Neocatecumenal de Kiko Argüello.
Se une así esta pequeña universidad de sólo 15.540 alumnos a las redes de centros creados por españoles, como las de los jesuitas y las del Opus Dei.
Según le explicó al cronista Javier Muñino, portavoz de deportes del centro, los estudiantes-deportistas patrocinados no tienen que ser necesariamente españoles o católicos, como es el caso de la musulmana Francine Niyonsaba, de Burundi, medalla de plata de 800 metros en Río, y futura fisióloga de la UCAM.
La universidad concede a los atletas dos tipos de patrocinio: económico, como cualquier empresa, y en becas de estudios tutelados en su campus murciano, a distancia con tutores personalizados, o en otras universidades, según donde entrenen.
Cuenta Muñino que Mendoza Pérez pensaba que muchos deportistas acaban su carrera sin tener otra de la que vivir, por lo que le propuso al COE proporcionarles ayudas económicas y estudios tutelados por sus profesores.
Por ejemplo, Rutz Beitia, medalla de oro de salto de altura a sus 37 años, estudia psicología tutelada y apoyada todo el tiempo que necesite, y la nadadora también medalla de oro Mireia Belmonte estudia Publicidad y RR.PP., carrera que acabará sin prisas; así, todos los demás.
El método de la UCAM, dice Muñino, es novedoso y original, y va a expandirlo la UE inicialmente por universidades de seis países europeos.
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