Dole, la capital del Franco Condado, es hoy una tranquila y deliciosa ciudad provinciana. Salvo por alguno de sus muros nadie constataría su importancia militar y estratégica en los siglos XVI y XVII. El Franco Condado fue una de las partes de Borgoña que correspondieron a los Austrias españoles. Dole formaba parte de la línea que unía Flandes y Milán: el llamado camino español. Tras siglo y medio de pertenecer a la Corona Austriaca el Franco Condado pasó a los Borbones.
Fuimos al recoleto Museo de Bellas Artes buscando un cuadro matemático del barroco Pietro della Vecchia que no encontramos. En su lugar seleccionamos una bonita Urania del siglo XVIII firmada por Michel Devosges. La musa de la astronomía y la matemática va coronada de estrellas, soporta una esfera terrestre y a sus pies esposan una esfera armilar, un compás y un transportador. Cerca se puede ver un busto de Voltaire que no solo fue gran poeta, también fue pertinaz luchador en pro de Newton en Francia.
Dole merece un buen paseo por sus calles, visitar los lavaderos de las tenerías, el río o el museo de Pasteur.