—El que está muerto allí es un gemelo tuyo —me dijo Barbatus—. Y aquí está muerto otro. Diría de paso que si no estuvieran muertos no habríamos podido hacer lo que hicimos, porque todo ser viviente es más que mera materia.
Se detuvo y miró a Famulimus pidiendo ayuda, pero no la recibió. ¿Qué sabes del ánima?
Entonces pensé en Ava y en lo que me había dicho: Como todos los ignorantes, es materialista. Pero no por eso el materialismo es verdad. La pequeña Ava había muerto con Foila y los otros.
—Nada —murmuré—. No sé nada del ánima.
—En cierta manera es como los versos de un poema. ¿Cómo eran, Famulimus, aquellos que me citaste?
La mujer cantó: —¡Despertad!, pues al cuenco de la noche la Mañana ya lanzó la Piedra que ahuyenta las estrellas.
—Sí —dije—. Entiendo. Barbatus alzó la mano. —Imagina que yo escribiera esos versos en un muro, y luego los escribiera de nuevo en otro. ¿Cuáles serían los versos verdaderos?
—Ambos —dije yo—. Y ninguno.
Los versos verdaderos no son escritura; tampoco habla. No sé decir qué son.
Precaución: La Urth del Sol nuevo es la coda de la serie El libro del Sol nuevo, antes de leerlo es recomendable leer "La sombra del torturador", "La garra del conciliador", "La espada del Lictor" y "La ciudadela del Autarca".
En el libro anterior, Severian hereda la autarquía al comer el cerebro del Autarca anterior. Al hacer esto, las personalidades y los recuerdos de cientos de Autarcas anteriores se depositan en su cerebro.
El libro termina cuando Severian se embarca en un viaje (en un barco que viaja entre las estrellas), y en donde, al llegar a su destino se le aplicaría un examen metafísico.
Si Severian logra pasar esta prueba, se le otorgara el poder de revivir al decaído Sol del mundo de Urth mediante un choque contra una Fuente Blanca (el fenómeno astronómico contrario a un agujero negro), si falla en esta prueba, Severian sera castrado y regresado a Urth, para que presencie la rápida agonía de su mundo.
Dentro del viaje, Severian lanza al vacío una copia de sus escritos, lo que supone que esta copia es la que "recibe" Gene Wolfe, a través del espacio y el tiempo, y la "traduce". Dentro de la nave, Severian se encuentra con una tripulación dividida, pues algunos de los marineros tienen a su familia en Urth y no desean ver destruido el planeta, por lo que se arma un motín.
Eventualmente, Severian es conducido al juicio que se le hará como representante de la humanidad, y es el arcángel Tzadkiel el que juzga a Severian. Después de emitir su veredicto, Severian es regresado a Urth.
Un tiempo después, Severian recorre una senda del tiempo diferente, que lo deposita en una era anterior, donde Severian toma el papel del Conciliador, una figura cristiana, el Conciliador es una meta-referencia al Sol Nuevo, el hombre que le entregara su energía perdida al moribundo Sol de Urth.
Con esta novela termina la saga de El libro del Sol Nuevo, originalmente Wolfe planeaba escribir la tetralogía solamente, pero su editor de la editorial Tor le pidió cerrar los hilos sueltos que quedaron. Como es común en la obra de Gene Wolfe, esta novela complica más las cosas.
No los aburriré ensalzando al autor, es de sobra conocida la calidad de la obra de Gene Wolfe. Leer a Wolfe es adentrarse en lugares que muy pocas veces el arte puede acceder, la delgada linea entre la inspiración en estado consciente e inconsciente.
En resumen: La Urth del Sol Nuevo resuelve algunas cuestiones dentro de la tetralogía original, pero a su vez genera otras dudas en el lector. Recomendado solamente después de leer las 4 novelas que le preceden.