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“LA URUGUAYA” de Pedro Mairal

Publicado el 26 mayo 2023 por Marianleemaslibros

   Pasaje destacado“LA URUGUAYA” de Pedro Mairal"Me tranquilizaba sentir que había una parte de mi cerebro que no compartía con vos. Necesitaba mi cono de sombra, mi traba en la puerta, mi intimidad, aunque solo fuera para estar en silencio. Siempre me aterra esa cosa siamesa de las parejas: opinan lo mismo, comen lo mismo, se emborrachan a la par, como si compartieran el torrente sanguíneo. Debe haber un resultado químico de nivelación después de años de mantener esa coreografía constante.
Mismo lugar, mismas rutinas, misma alimentación, vida sexual simultánea, estímulos idénticos, coincidencia en temperatura, nivel económico, temores, incentivos, caminatas, proyectos… ¿Qué monstruo bicéfalo se va creando así? Te volvés simétrico con el otro, los metabolismos se sincronizan, funcionás en espejo; un ser binario con un solo de­seo. Y el hijo llega para envolver ese abrazo y sellarlos con un lazo eterno. Es pura asfixia la idea. ".

“LA URUGUAYA” de Pedro MairalPedro Mairal (Buenos Aires, 1970) es un escritor y músico argentino que tiene publicadas cuatro novelas. Su ópera prima fue la conocida “Una noche con Sabrina Love”, (1998) por la cual recibió el Premio Clarín de Novela, cuya historia fue adaptada en el 2000 a la gran pantalla por el director de cine Alejandro Agresti. Después escribió “El año del desierto” ( 2005), y “Salvatierra” (en 2008). “La Urugaya” fue publicada en 2016, (2017 en España), y por ella consiguió el Premio Tigre Juan (un galardón literario español fundado en 1977 que se concede a la mejor obra narrativa en español publicada en los anteriores doce meses a la convocatoria del certamen). También ha escrito libros de poesía, de cuentos, varios de no ficción, columnas, artículos para revistas y crónicas de viaje.
La trama a grandes rasgos sin spoiler
Lucas Pereyra es un escritor cuarentón que vive en Buenos Aires con su mujer, Catalina y su hijo, Maiko de siete años, cuya vida no está pasando actualmente por un buen momento, ni en lo personal, ni en lo laboral, ni en el plano económico. De hecho, necesita viajar al otro lado del Río de la Plata, hasta Montevideo (porque allí la moneda no está devaluada) para cobrar quince mil dólares de los anticipos que las editoriales de España y de Colombia le envían por proyectos de futuras novelas. Quiere aprovechar la escapada para reencontrarse con Guerra (tal es el apellido de ella y él decide llamarla así), una uruguaya bastante más joven que él, a la que conoció en uno de sus viajes por motivos de trabajo en un encuentro de escritores. Ella estaba ahí porque una amiga suya tenía una editorial de poesía. 
Si me transferían los dólares a la Argentina, el banco me los pesificaba al cambio oficial y me descontaban el impuesto a las ganancias. Si los buscaba en Uruguay y los traía en billetes, los podía cambiar en Buenos Aires al cambio no oficial y me quedaba más del doble. Valía la pena el viaje, incluso el riesgo de que me encontraran los dólares en la aduana a la vuelta. Porque iba a pasar con más dólares de los que estaba permitido entrar al país.

En aquel momento, la cosa no pasó de una tremenda tensión sexual contenida y ambos quedaron con las ganas, pero desde entonces, Lucas piensa a menudo en ella y mantienen contacto a través de frecuentes correos electrónicos.
Le di un beso, y mientras nos besábamos me pasó la mano por la nuca y me dio como una electricidad en todo lo largo de la espalda. Me reformateó. Me olvidé hasta de mi nombre. Nos abrazamos y cuando abrí los ojos vi algo raro en el cielo.

Él nunca le ha sido completamente fiel a su esposa, carga con varios escarceos a su espalda meticulosamente ocultados, pero ahora, lleva un tiempo sospechando que Catalina, que es médico, le está engañando también con alguien de su hospital, por lo que no tiene apenas remordimientos en su encuentro con Guerra, sintiéndolo incluso como una especie de venganza hacia ella, que a su vez parece estar vengándose de él. 
Yo creo que algo se fue acumulando en vos. Eso que sucedía en el punto ciego te llenó de incertidumbre. Porque yo era supercuidadoso. Nunca estaba con ninguna mina en público. A lo sumo eran tres metros en la puerta del telo, donde me podía ver alguien. El único momento de riesgo. Tenía muchísimo cuidado con los detalles, era buen agente. Siempre volvía bañado, me fijaba que no tuviera ni un solo pelo largo pegado. Borraba cada mensaje. Pero en alguna parte te dabas cuenta. Después me calmé, paré un poco. Y entonces empezaste vos con tus llegadas tarde, tu agenda secreta, tu revancha más o menos consciente.

Pero una vez allí, en Montevideo, las cosas igual no salen como él imaginó que saldrían, como a él le hubiera gustado.
Los puntos fuertes de la novela
El estilo: narrado en primera persona (a veces en segunda) y de forma retrospectiva, se dirige a su mujer directamente y alterna capítulos en los que Lucas le cuenta a ella (y de forma indirecta al lector), su anterior viaje a Uruguay en el que conoció a Guerra y lo que ocurrió allí, con otros capítulos expresándole su punto de vista respecto a su vida marital actual y la relación con su hijo Maiko, 
Me derroté a mí mismo supongo. Mi monólogo mental, mi tribuna contraria. Cuando no escribo ni trabajo sube el volumen de las palabras dentro de mi cabeza y me van inundando. Crecían dudas como enredaderas, me iban rodeando. Me preguntaba con quién te estarías viendo. Esas llegadas tarde tan arreglada y cansada después de reuniones y cocktails de la fundación… Y esos cambios sutiles: antes rara vez estabas depilada, ahora te sentía las piernas suaves cada vez que te rozaba en la cama.

También le cuenta y nos cuenta, lo acaecido ese martes, durante esas únicas 17 horas desde que sale de su casa por la mañana temprano, hasta su regreso en la tarde-noche, un martes en el que su vida al completo da un vuelco, y todo cambia para el matrimonio ¿a mejor? ¿a peor?
✔ La trama está muy bien hilada y engancha mucho, sabes que él va a Montevideo mas que nada para cobrar su dinero íntegro (si lo cobrara en Buenos Aires, perdería bastante por la devaluación de la moneda en ese país), pero sobre todo te mantiene en vilo ese posible encuentro (¿sexual?) con su amante uruguaya. Y después, lo que allí sucede, y lo que no sucede y supuestamente tendría que haber sucedido, pues le aporta mas interés a la trama, para conducirnos hasta un final que me ha parecido genial, inesperado, con un giro, o varios, que deja alguna duda y muchas certezas, a nosotros y también a Lucas Pereira. Pero esa incógnita que queda flotando como una nebulosa, no es en realidad lo que más importa, al menos no a nosotros los lectores, al menos no a mí.
Dos curiosidades:Me ha sorprendido saber que en dos países limítrofes como son Argentina y Uruguay, tan solo separados por un río, el Río de la Plata, puedan haber grandes diferencias no solo en cuanto a la moneda y el cambio con la transacción en divisa tan poco ventajosa en Argentina respecto a la obtenida en Uruguay, sino también culturales, de comportamiento, de formas de ser (culturas similares pero a la vez con diferencias quizás solamente perceptibles por los paisanos del lugar)
Me acuerdo de haber sentido en seguida la presencia de lo distinto. Ya empezaba esa deriva entre la familiaridad y el extrañamiento. Un aire reconocible, cercano a la Argentina, en la gente, en el habla, la forma de vestirse, y de pronto unas marcas que no conocía, una palabra distinta, un tú en lugar de un vos, una parejita y él con el termo bajo el brazo y el mate en la mano, una chica hermosa con un costado afro y otra y después otra, una premonición brasilera. Como en los sueños, en Montevideo las cosas me resultaban parecidas pero diferentes. Eran pero no eran.

● Parece que en 2022 se ha rodado una adaptación argentina al cine, dirigida por Ana Garcia Blaya, que además ha resultado ganadora en el 37 Festival de Mar del Plata (2022) a Mejor Director (nominada también a Mejor Película en dicho evento). Me gustaría mucho verla, pero creo que va a ser difícil poder acceder a ella aquí, en España.
Una prosa magnífica, impecable, con argot argentino pero que se entiende bien y no cansa, al menos a mí no me ha cansado, dotada además de cierto toque humorístico que me ha encantado porque consigue quitarle dosis de drama a algunos de los sucesos acaecidos, porque el humor siempre lo hace todo más liviano. 
¿Cómo nadie te advierte una cosa así? Quizá no se puede. Si realmente hicieran un curso integral de cómo criar hijos, nadie los tendría. Hace falta esa ignorancia para que continúe la especie, generaciones de ingenuos que se meten en un baile del que no tienen ni idea. Un curso que anticipe todos los peligros y padecimientos de la paternidad y la maternidad espantaría a todos. Podría estar esponsoreado por alguna marca de preservativos. Salís de ahí y comprás el pack de 120 sin dudarlo.

✔ Temas variados: no solo trata la infidelidad como telón de fondo, también aborda la crisis ¿de los cuarenta?, la traición, el amor y el consiguiente desamor, el agobio ante la paternidad, los miedos desconocidos que surgen cuando se tienen hijos. 
Vos sabés que lo adoro a mi hijo. Lo quiero más que a nadie en el mundo. Pero a veces me agota, no tanto él sino mi constante preocupación por él. A veces pienso que no tendría que haber tenido un hijo a esta edad. Es horrendo pensarlo, pero se me llenó la vida con un miedo que antes no tenía, miedo de que me pase algo y se quede huérfano, que le pase algo a él, que te pase algo a vos. Es una nueva fragilidad, un lado vulnerable que no conocía. Quizá a los padres más jóvenes no les pasa. A mí me da terror a veces. Sus gripes me derrumban, me dejan pensando que me voy a morir, sus gastroenteritis me mandan al banco de suplentes una semana entera, la conjuntivitis leve que se agarró me dejó ciego a mí dos meses. Lo veo avanzar con sus mocos, dice papá medio llorando, con esa burbuja de moco que se le hace en un agujerito de la nariz, viene hacia mí, es un estreptococo de noventa centímetros. Mi sangre, mi foquito infeccioso.

Pone en entredicho la entidad familiar tradicional, expone y propone distintas variantes más modernas de vida en parejas, en tríos, hijos con dos madres, hijos con dos madres y un padre. 
Supongo que la idea de familia se transformó. Tiene algo de bloques combinables. Cada uno la arma como puede.

Resumiendo: “La uruguaya” es una novela que engancha mucho, bien escrita, a la que no le sobra ni le falta nada, perfecta tal cual a mi modo de ver. Una novela que nos cuenta una historia que, según palabras del propio autor, “es la historia de un hundimiento, de un derrumbe”. Alguno podría pensar que estamos ante un libro primordialmente erótico-romántico, pero para nada, aunque algo de romanticismo y erotismo sí que hay, claro.
Ésa es mi primera reacción cuando llora una mujer, mi cerebro se va lo más lejos posible, al fondo de mi egoísmo, a la otra punta de la pena y del amor, planeo la fuga, después empiezo a volver, poco a poco, me pongo contenedor, quizá porque el llanto femenino empieza a hacerme el efecto buscado.

¿Os recomiendo leer esta novela? 
Por supuesto, porque es cortita y se lee rápido, porque consigue absorberte y engancharte desde la primer página, ansiando saber cómo acaba ese trío formado por Lucas Pereira, su esposa Catalina y la amante uruguaya y porque el final también es bueno, de los que te dejan dándole vueltas y más vueltas, pero completamente satisfecha. Mi nota esta vez es la máxima, para variar, dicho sea irónicamente:
“LA URUGUAYA” de Pedro Mairal

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