La vacuna antigripal es inútil. Así de rotundo se muestra el médico Juan Gérvas. Lo ha revisado la Cochrane Library, concluyendo sin dudas sobre su falta de eficacia. No obstante se presiona a la población y a los profesionales sanitarios para conseguir una vacunación masiva. Tal propuesta falta a la ciencia y a la ética.
Algunos hechos:
1. Se difunden porcentajes de efectividad que convierten de facto a la vacuna antigripal en un milagro.
Hablan de que la vacuna disminuye el 88% las bajas del personal sanitario por gripe, pero la mayor parte de los casos de “gripe clínica” no son casos de “gripe”. Los médicos centinelas, especialmente entrenados para el diagnóstico de gripe, aciertan entre el 15 y el 25% de los casos.
Es decir, en torno al 80% de los casos de “gripe clínica” son causados por virus no gripales (y el 20% por el virus gripal, obviamente). Si la efectividad de la vacuna fuera del 100% sólo se evitaría el 20% de las ausencias (la “gripes clínicas” causadas por virus de la gripe). En los porcentajes que se difunden ¿hay un milagro, un error o un negocio? Para responder, eche un ojo a los patrocinadores de los eventos, conferencias y textos sobre la vacuna contra la gripe.
Hablan de la disminución a la mitad de la mortalidad entre los vacunados. Es decir, disminuye la mortalidad el 50%. Parece que la mitad de los pacientes de riesgo no se morirán sin son vacunados. Pero las muertes por gripe son en total en España, unas 1.500 al año, por lo que si la vacuna tuviera el 100% de efectividad no se morirían 750 personas al año, en toda España. En realidad, la efectividad de la vacuna es de menos del 5%, de forma que como mucho se podrían evitar 75 muertes (1,5 por millón de españoles), al coste de complicaciones graves tipo Gillain Barré y de vacunar a millones de personas.
De nuevo, eche un ojo a los patrocinadores de textos como “Manual de supervivencia del periodista para un invierno sin gripe“, y a los patrocinadores del Grupo Estudio de la Gripe y a sus conferencias, ruedas de prensa y demás. Uno no sabe si venden milagros, difunden errores o hacen negocio.
2. Tergiversan los resultados sobre efectividad de la vacuna antigripal
Se ha demostrado que los estudios sobre efectividad de la vacuna antigripal tergiversan el resumen de la publicación científica, de modo que sea favorable, en contra de los resultados incluídos en el propio artículo. Es decir, el resumen es casi siempre favorable, por más que los datos no lo sean tanto (o nada). Muchos médicos sólo leen el resumen, lo que lleva a una impresión favorable sobre la efectividad de la vacuna antigripal. Increíble pero cierto:
Jefferson T, DiPietrantong C, Debalini MG, Rivetti A, Dimicheli V. Relation of study quality, concordance, take home message, funding and impact in studies or influenza vaccines: systematic review. BMJ. 2009;338:b354 doi: 10.1136/bmjb354.
Estos hechos, y más, en el comentario sobre diez artículos acerca de la falta de efectividad de la vacuna antigripal.
3. Sabíamos que la vacuna estacional 2009-2010 carecía de efectividad, pero se puso dicha vacuna en septiembre de 2009 a millones de españoles, a sabiendas de su inutilidad.
Fuimos varios los que advertimos sobre el daño que se iba a producir al poner la vacuna estacional de septiembre de 2009, cuando se sabía que era inútil ante la pandemia de gripe A. Lo habían demostrado los australianos:
Kelly H, Grant K. Interim analysis of pandemic influenza (H1N1) 2009 in Australia: surveillance trends, age of infection and effectiveness of seasonal vaccination. Euro Surveill. 2009;14:pii=19288.
No obstante, se vacunó a la población española, atemorizada ante la pandemia de gripe A, con la vacuna estacional de 2009, a sabiendas de que era inútil, como habíamos difundido varios.
Millones de españoles vacunados innecesariamente a sabiendas. Como siempre, pero en esa ocasión, más sangrante, por el pánico creado con la pandemia de gripe A.
4. Insisten e insisten en vacunas sin efectividad y con ello desacreditan todas las vacunas
Hay vacunas y vacunas. Algunas han sido y son clave en salud pública, como la de la viruela, la del sarampión, la de la rabia o la del tétanos. Otras sobran o deberían restringirse a grupos muy específicos. Otras son claramente inútiles. Los abusos de los que anuncian milagros, difunden errores y hacen negocio están desacreditando a todas las vacunas. En concreto sobre la vacuna antigripal no hay ensayos clínicos a largo plazo, por lo que seguiremos un año y otro sin poder decidir sobre efectividad:
En 2011 el colmo es emplear el mismo contenido de 2010, lo que demuestra su escasa inmunidad.
5. Como se esperaba, falta de efectividad ante la gripe H1N1 (gripe A, de 2009) de la vacuna estacional 2008-2009 que contenía antígenos contra el virus H1N1 de la gripe.
La vacuna estacional de la gripe 2008-2009 tenía antígenos contra el virus H1N1 y por ello se podía esperar algún efecto ante la pandemia de gripe A, de 2009. Pero eso era sólo posible si la vacuna antigripal tuviese efectividad. Los estudios confirman su falta de efecto. La vacuna antigripal estacional 2008-2009 careció de efectividad contra la pandemia de gripe A, pese a contar con antígenos contra el virus H1N1. Demostrado con datos españoles, en una revista española y publicados en inglés:
Larrauri A et al. Influenza pandemic (H1N1) 2009 activity during summer 2009. Effectiveness of the 2008-2009 trivalent vaccine againts pandemic influenza in Spain. Gac Sanit. 2011;25:23-8.
Más info en el libro La salud que viene. Nuevas enfermedades y el marketing del miedo.