Actrices y actores de 43-2
Se representa este fin de semana en mi querida sala userina Kubik Fabrik, que semana a semana se consolida como uno de los espacios escénicos más interesantes y más vanguardistas de Madrid, la obra Proyecto 43-2, sobre los demonios que han golpeado Euskadi durante los últimos decenios. Se trata de una pieza teatral que describe el drama de la familia de un asesinado por ETA y el enfrentamiento latente en aquella sociedad por unos demonios que, por desgracia, han contaminado también tanto la vida política del resto del país durante demasiados años. No es una obra fácil, pero es una obra valiente, puesta en marcha por una dramaturga, María San Miguel, y un plantel de actores que han tenido el arrojo de crear esta pieza y de creer en ella. Y que, al verles, nos hacen constatar a los demás la importancia de la palabra y del diálogo para acabar de cerrar las heridas. Del diálogo que se impone por encima de tantos silencios, porque ya está bien de callar, porque hay que hablar. Yo les pregunté si, ahora que ETA está en su trance final, nadie en Euskadi había hecho una propuesta escénica semejante para reflexionar sobre lo ocurrido y para hacer un llamado a cerrar este asunto de una vez por todas. Y me contestaron que no. Es por tanto doble su valentía, porque ni siquiera muchos de estos actores son vascos, pero desde la periferia geográfica han entrado en el corazón de los miedos y los fantasmas de este asunto, e intentan exorcizarlos para ganar el futuro, ahí es nada. Yo pensaba en cuánto drama se podría haber ahorrado si piezas teatrales como ésta se hubieran representado en el País Vasco hace años, porque la palabra siempre, y jamás la violencia, es lo que nos distingue como humanos y nos hace avanzar. ¡Bravo por ell@s!
PD.- La obra se desarrolla con el fondo de la preparación de una comida familiar alrededor de un marmitako, el guiso de patata y bonito que se inventaron los pescadores del norte. No es una metáfora: el guiso que preparan los actores se comparte al final con los asistentes, con quienes se entabla un entretenido diálogo cuando cae el telón.