Otra de las cosas que podemos experimentar internamente, es una pequeña, mediana o gran dosis de necesidad de vengarnos.
A veces esta camuflajeada como una necesidad de dar escarmiento, de enseñar a la otra persona, de demostrar que te mereces respeto, de querer castigar la acción más no a la persona en si.
Pero esto también es una mentira peligrosa, muchas personas, han perdido a su ser querido, justo cuando estaban pasando por una temporada, en la que no se trataban por una herida causada, y luego que se muere su familiar, sienten no haber parado con ello a tiempo, y no haberse podido reconciliar con su ser querido antes de que se muriera, otros terminan perdiendo a su familiar, no porque se muere, sino porque la otra persona, ahora no quiere perdonar lo que le hiciste, en tu intento de vengarte, o tomarte la justicia por tu propias manos.
La venganza, es uno de los peores males sociales, y sociofamiliares, la sed de venganza nunca se sacia, y al final, la persona termina quedando atrapada en su propia trampa, gran porcentaje de la violencia social e intrafamiliar, que existe a nivel mundial, es producto de este letal síntoma emocional, que la gente manifiesta.
La gente tiene sed de vengar el agravio, y la otra persona también. Se hacen nuevas heridas, y surgen otras nuevas razones para vengarse, se vengan y se hacen nuevas heridas, y surgen nuevas razones para vengarnos, y así sucesivamente, hasta que se convierte en un ciclo vicioso, y hasta que no se vea totalmente derrotado al blanco enemigo, simplemente no cesa la guerra. La venganza es simplemente, una de las peores enfermedades emocionales, que puede sufrir un ser humano.