La verbena de sant joan

Esta noche es una de las noches más mágicas del año, la verbena de Sant Joan. No en vano es la fiesta del fuego o también llamada noche de las brujas… o para mí, la noche de la hada mágica! Desde luego, es una noche especial, seguramente un epílogo religioso del recién celebrado solsticio de verano! Es el simbolismo del fuego, como purificador del mal y, a la vez, símbolo de la luz! Antiguamente en Catalunya se amontonaban todos los muebles y enseres viejos de las casas y se hacía una hoguera para quemarlos. Representaba todo eso que arrastramos viejo en nuestra vida y que no nos permite vivir el hoy! Los malos recuerdos y experiencias, todo aquello que está guardado celosamente en nuestra memoria y que, aún hoy, condiciona nuestros pensamientos, sentimientos y actos! Y es que liberarse de este lastre es fundamental para poder vivir según nuestra esencia y valores en el hoy! Porque en nuestra esencia interior desnuda de accesorios y del pasado está, simplemente, nuestro amor y, por tanto, nuestra tan ansiada felicidad! Aunque hoy tal vez sean los petardos y fuegos artificiales los que iluminen nuestra noche de verbena, como hacías los chinos hace miles de años que, con la pólvora, creían alejar los malos espíritus de su vida…

Seguramente sabes que para nosotros los gatos todas las noches son mágicas! Es nuestro momento sagrado para adorar y compartir la luna con quien amamos, mirar nuestro reflejo en el agua del mar o ver nuestras propias sombras en los tejados. Pero, para ello debemos haber eliminado antes todo aquello que no nos permite vernos a nostros mismos y todo aquello que nos distrae con la luz del sol. Y en esta noche de Sant Joan es cuando la tradición nos invita a todo ello, para poder recibir el nuevo día que llega y a su sol enteros, plenos y verdaderamente conscientes de nuestra esencia y, a la vez, de nuestra desnudez y vulnerabilidad ante la vida y los demás!

Pero también admitiremos que a los gatos a veces nos da tanto miedo el agua como el fuego purificador! Aún recuerdo que un día mi precioso gato siamés Thai, para protegerse del frío, se acercó demasiado a la caldera de mi casa, quemándose parte de sus bigotes y huyó despavorido, tardando mucho tiempo en volver a acercarse al fuego. Hasta que tuvo de nuevo el valor de acercarse a la caldera, pasó frío en las gélidas y oscuras noches de invierno dormitando en un frío rincón de la habitación. Pero una vez descubrió de nuevo la calidez del hogar y se acercó con valor y precaución a la caldera, se quedó junto a ella nunca más pasó frío, acomodándose cada noche para dormitar junto a ella o bien entre las sábanas de mi cama, junto a mí. ¿Cuántas veces en nuestra historia nos ha producido sufrimiento acercarnos al fuego de algún simulacro de amor, por lo que desde entonces hemos huído del amor, incluso cuando lo hayamos sentido como verdadero y al fin aparece, iluminando nuestra vida entera y llenando nuestro corazón?

Esta noche hay que tener valor para quemar en la hoguera de Sant Joan todo aquello que no nos sirve, que ya ha forma parte de nuestra historia y no nos ayuda a vivir plena e intensamente el hoy, desde el corazón! No hace falta andar por encima de las cenizas prendidas para ello -como se hace en algunos lugares, como ritual de esta noche-, sino basta aproximarse al calor del corazón y sentirlo intensamente para que deshaga toda esa capa de hielo que hemos creado para protegernos y que nos ha impedido dar y recibir el amor que hay junto a nosotros! Y ya sin esa armadura de frialdad, tal cual somos, esperar el alba que llega tras la noche para recibir con ella esa luz que iluminará nuestra vida y que llenará nuestro corazón, una vez la hoguera ya no tenga más muebles y enseres viejos e inservibles para quemar y que ocupaban inutilmente nuestro corazón, con dolor!

Y es entonces cuando eres capaz de ver todos los colores del arcoiris, como en algunos lugares esta noche prenden 7 velas de sus colores, junto con una vela negra que representa la oscuridad y una vela blanca que significa la luz del día siguiente! Yo, como seguramente sabes, sentiré intensamente mi mágica noche de Sant Joan allá donde nace el arcoiris, donde está ahora mi amor y la compartiré con ella, seguramente muy lejos de donde yo estaré! Y en nuestro sueño compartido de esta noche, esperaremos juntos, abrazados tiernamente y con emoción -y buena música de jazz, por qué no- la llegada del nuevo y radiante día que al fin nos iluminará la vida, tras haber quemado en nuestra particular hoguera todo aquello que hoy nubla nuestra vista y, lamentablemente, ocupa nuestra mente y nos impide dar y recibir el amor que sentimos en nuestro corazón!

Te deseo una feliz noche de Sant Joan, para que tengas el valor suficiente de quemar en la hoguera todo aquello que te impide dar y recibir todo el amor que mereces… y recibir la luz del nuevo amanecer en tu vida, ya plena!

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