Son historias dramáticas. Voces que intuímos, que imaginamos, que nos zarandean cada día en la página de sucesos de los diarios...
Son personas como nosotros; algunos, incluso, que pensaban como nosotros, que detestaban la violencia como nosotros; que la condenaban, preguntándose por qué un cuchillo de repente, un martillo, una escopeta; por qué cuarenta puñaladas de las que no nos acordamos, en qué momento se produjo aquel deseo de matar al otro, si ya estaba señalado aquel suceso en algún libro donde dicen que está escrito el destino...
No han servido de nada las advertencias previas. Ni los huérfanos que han ido quedando en el camino. Ni nos hizo recapacitar el dolor de otras gentes que murieron a manos de los suyos por nada, por una discusión, por un meneo, por un amago de divorcio.
No han servido para nada los ministerios de igualdad, ni las manifestaciones, ni las pulseras... Miguel Lorente, el Delegado del Gobierno para ésto, ha dicho en Toledo que 800.000 niños en España están expuestos a la Violencia de Género y 100.000 mujeres reciben atención del Estado.
Ha dicho también que 33 de ellas necesitan vigilancia día y noche porque están amenazadas de muerte. Y ha dicho que ante esto debemos mantener una actitud positiva y que está convencido que se puede acabar con la violencia de género. ¿Actitud positiva?¿Quién?¿La que vive atenazada por la violencia?¿Quienes lo presenciamos en silencio?
Eso también pensaba La Fontaine: "La paciencia y el tiempo hacen más que la fuerza y la violencia".
Hemos batido el record. No hay argumentos para la defensa. Dice que hay solución, que hay esperanza, que debemos mantener una actitud positiva.
Gandhi decía que "la verdad es totalmente interior, no hay que buscarla fuera de nosotros, ni querer realizarla luchando con violencia con enemigos exteriores".
Pero hasta las palabras de Gandhi me parecen imposibles, me parecen inservibles y lejanas, porque esa verdad interior a la que señala es la misma que nos traiciona luego.Yo creo que no existe solución para esta plaga, que es una especie de lotería que si te toca te ha jodido para siempre la vida.
@Diario Palentino, Nueva Época, 2010